Londres

China promete seguir comprando deuda española mercados

China dio ayer un pequeño empujoncito a la política de José Luis Rodríguez Zapatero expresando su confianza en la política económica. El viceprimer ministro chino, Li Keqiang, de visita oficial en nuestro país, señaló ayer tras la reunión con el presidente español, que nuestro país había adoptado unas duras medidas para luchar contra la crisis, «necesarias y adecuadas».

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Para expresar su confianza, Li Keqiang aseguró a Zapatero que China tiene el firme compromiso de «seguir comprando deuda pública española a corto, medio y largo plazo». El mandatario chino aseguró que su país es «un inversor responsable y de largo plazo en el mercado financiero español», que quiere «estar con España en las alegrías y en las penas».

Balanza deficitaria

Empresas de ambos países firmaron ayer en Madrid una serie de acuerdos comerciales por importe de 7.500 millones de dólares, alrededor de 5.660 millones de euros. Los dos países quieren aumentar los intercambios comerciales hasta 40.000 millones de euros en el presente año, tal y como se comprometieron en 2009. China es hoy el tercer principal proveedor de España, superando a Italia, y el primero no perteneciente a la Unión Europea.

En los diez primeros meses del pasado año, las exportaciones españolas hacia China han alcanzado un valor de 2.140 millones de euros, lo que representa un incremento del 33,6% en relación con el mismo periodo del año anterior. A pesar de este aumento, la balanza comercial es claramente favorable a China, que ha vendido a España entre enero y octubre mercancías por más de 15.600 millones de euros.

Productos españoles

Los sectores energético, financiero, tecnológico y alimentario han sido los más beneficiados por los acuerdos suscritos ayer, que estuvieron precedidos de un encuentro entre empresarios de ambos países. La delegación española estuvo representada por los presidentes de Telefónica, César Alierta; de Repsol, Antonio Brufau; de FCC, Baldomero Falcones; de OHL, Juan Miguel Villar Mir, entre otros, así como por el vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández.

El encuentro fue organizado por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), el Consejo Superior de Cámaras de Comercio y CEOE. Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio, que presidió el acto, destacó que el futuro económico de España pasaba por la internacionalización, tanto por la presencia de empresas españolas en el exterior como por la facilidad de invertir en nuestro país.

Un total de cuatro convenios de carácter público se ratificaron ayer. Tres de ellos tienen contenido energético y de promoción de inversiones mutuas. El cuarto hace referencia a la creación de un Centro de Mercancías Españolas en el distrito de Chaoyang, en Pekín, una iniciativa pensada para acoger empresas de sectores de moda, marroquinería, vino y calzado.

Un gran comprador de deuda
China es el principal «almacén» de divisas del mundo. Según cálculos de Vanessa Rossi, de Chatham House, en Londres, el gigante asiático podría disponer de 2,5 billones de dólares, de los que alrededor de un billón estarían inertidos en la eurozona. Estados Unidos, con 1,5 billones de dólares es el principal receptor de inversiones. Según Rossi, China podría disponer de alrededor del 10% de la deuda soberana emitida por los gobiernos de la zona euro.

La promesa que el Gobierno español recibió ayer del viceprimer ministro chino se asemeja mucho al compromiso que este país adquirió en su momento con Portugal y Grecia. A nadie extraña que China tenga interés en salir en auxilio de Europa, su primer partner comercial. Un euro fuerte ayuda a colocar más productos chinos en los mercados europeos.

Dudas de EE UU

El diario «The Wall Street Journal» consideró ayer en unos de sus blogs que los acuerdos alcanzados entre China y las empresas españolas no «son suficientes para sacar a españa de la zanja». Según Europa Press, pese a la promesa de compra deuda pública para ayudar a recuperar la confianza en las economías del sur de Europa, parece que el gobernante chino se irá «con poco más que una loncha de caro jamón ibérico bajo el brazo».

El diferencial del bono espaol a diez años y el alemán bajó ayer hasta 239 puntos básicos (un 2,39% desde el 2,46%) al cierre del mercado. Mientras la rentabilidad de la deuda española bajaba del 5,347 al 5,330%.