Segovia

Estilo «chic» en el silencio rural

A pocos kilómetros de Segovia, en un pueblo de apenas 40 habitantes, se alza la Posada Fuenteplateada, una coqueta casa de 11 habitaciones decorada con mucho estilo. 

Estilo «chic» en el silencio rural
Estilo «chic» en el silencio rurallarazon

No hace falta ir muy lejos. Bastan poco más de cien kilómetros y una pequeña maleta para romper con la rutina, que es precisamente lo que ansiamos cuando decidimos dormir fuera de casa. Y en la mochila, un buen libro, unas cómodas zapatillas y una chaqueta –por si refresca–, pero ni rastro de prisas, ni estrés. Todo lo demás lo pone el destino o, en este caso, el alojamiento escogido: Posada Fuenteplateada, con el sello de garantía Ruralka.

En la provincia de Segovia, en un tranquilo pueblo de apenas 40 habitantes llamado Collado Hermoso, se alza un coqueto alojamiento cuya impresionante fachada de piedra llama nuestra atención. Al cruzar la puerta, un amplio jardín y un sinuoso riachuelo nos dan la bienvenida. El soniquete del agua pone la banda sonora a una estancia que, nada más comenzar, promete. Y la corazonada no va desencaminada.

Decorada con mucho mimo y estilo con la ayuda de la firma Banak Importa, la casa presume de una atmósfera hogareña que resulta de lo más acogedora. Y que crece aún más al hablar con su dueña, una joven que se lanzó a la aventura de abandonar el mundanal ruido de la urbe y hacer de su sueño una realidad. Y ese mismo sueño, aunque sólo sea por unos días, también lo logramos alcanzar como huéspedes en cualquiera de sus once habitaciones, equipadas con bañera, televisión y hasta DVD.

Pero aquí la «caja tonta» no tiene cabida. Merece mucho más la pena abrir la ventana y contemplar el paisaje. Es entonces cuando la naturaleza se cuela por las cortinas y el tintineo de los cencerros de las vacas y el cantar de los pájaros conviven en nuestros oídos.

La cura de estrés definitiva llega al adentrarnos en el pequeño spa del hotel, con un circuito de chorros, sauna y sala de masajes. El plan resulta perfecto si, además, añadimos una buena comida. Y eso no es difícil en Collado Hermoso. La familia Martín Muñoz nos recibe en el restaurante La Matita, donde no faltan el cochinillo asado y el cordero lechal. Para rematar la faena y bajar el atracón, imprescindible un paseo hasta el río. La experiencia Ruralka es redonda.