«Los vecinos del Raval no aguantamos más»

BARCELONA-Son las dos de la tarde y en la estrecha calle Robadors del Raval una treintena de prostitutas buscan clientes mientras tres muchachos sentados en un portal queman heroína y dos jóvenes de Europa del Este son detenidos por tres agentes de la Guardia Urbana por sus supuestos «trapicheos». Ésta es una de las imágenes que define la problemática del barrio por la que muchos vecinos ya «no aguantan más». Por ello, instan al futuro alcalde, Xavier Trias, a reforzar la seguridad tal y como promete en su programa electoral.
Ni el plan contra la prostitución callejera, ni la vigilancia policial, ni la ordenanza de civismo han logrado limpiar la imagen del Raval y acabar con los graves problemas que se concentran en este barrio. En el antiguo «barrio chino», donde se registra una de las densidades más altas de Europa, los vecinos están hartos de mueblés ilegales, pisos patera, mafias o drogas. «El barrio va de mal en peor», lamenta el quiosquero de la calle Sant Antoni Abad. «Es todo culpa de los políticos que hacen muchas promesas pero a la hora de la verdad no hacen nada, yo ya no confío en nadie», se queja harto.
«Ya no me siento como en casa, está lleno de gente de fuera, hablan su idioma, montan sus negocios y muy pocos se mezclan con nosotros», lamenta María, una anciana del barrio que carga con las bolsas de la compra por la calle Hospital. «Sólo ha de pasearse por aquí, para ver lo que hay y en lo que se ha convertido este barrio, que era de vecinos muy buenos», recuerda Manel sentado en la plaza del Padró. «Vivo en el Raval desde que nací, hace 76 años, y la inseguridad están ahora por todos lados», explica Manel. «Se debería de poner más vigilancia, ya que relativamente no la hay o hacen muy poco», pide mientras resopla indignado y lamenta que el barrio se ha desnaturalizado por el alto volumen de inmigrantes.
El trabajo asociativo en red
Para dar respuesta a las necesidades de este barrio, donde viven más de 46.000 personas, se ha creado un amplio y fuerte tejido asociativo de entidades sociales. Por ello este fin de semana las entidades organizan unas jornadas de puertas abiertas para darse a conocer, fortalecer la cohesión social del barrio y el trabajo en red. Sin embargo, a pesar de su labor, en los antiguos balcones cuelgan aún pancartas que, como hace ya más de tres años, piden más atención de la administración. «Ayuntamiento, el Raval no aguanta más», avisan los vecinos en sus carteles.
La respuesta de Trias ante esta situación debe ser reforzar «la seguridad antes de todo». Así lo promete en su programa electoral el futuro alcalde, quien especifica «que se llevará a cabo una vigilancia activa para no consolidar los problemas de vecindario que ha generado la prostitución en determinadas zonas del barrio». Los vecinos le piden al futuro alcalde que cumpla por el bien del barrio y de la ciudad.