«Me han secuestrado y me han inyectado algo»

BARCELONA- Los Mossos d'Esquadra liberaron el pasado día 27 a un niño de 11 años de nacionalidad colombiana que permanecía secuestrado en un piso de Barcelona desde el 25 de septiembre. Por ahora, hay dos personas detenidas, un tercer individuo imputado y la investigación sigue abierta con la expectativa de detener al menos a tres personas más.
Según fuentes de la investigación, el menor y su madre, junto con un primo, se desplazaron desde Sagunto –Valencia–, donde residen, a Barcelona para encontrarse en una gasolinera de la plaza Cerdà con una mujer, de nacionalidad española y que se hacía llamar Sandra Vives, quien, supuestamente, debía ayudarlos a regularizar su documentación. Ésta, que antes del encuentro se relacionaba con la madre del secuestrado a través del correo electrónico y fax y aseguraba tener algún tipo de contacto en un cuerpo policial que le podía facilitar los trámites, instó al niño y a la madre a subir a un vehículo para trasladarlos a un lugar más seguro, dejando así al primo en la gasolinera. Al llegar a una zona boscosa del Bajo Llobregat, cercana a Gavà, las víctimas y la supuesta Sandra Vives se bajaron del coche y en ese momento cuatro hombres, con la cara tapada y armados, hicieron subir al niño a punta de pistola al maletero del coche. Antes de marcharse exigieron a la madre un rescate de 5 millones de euros en concepto de una supuesta deuda contraída por el padre del secuestrado, en prisión por un delito contra la salud.

Trama carcelaria
La madre regresó a Barcelona tras pedir a un camionero que la acercara a la gasolinera donde se había quedado el primo y ambos fueron a denunciar el secuestro. Dos días después, los agentes ya habían localizado el piso en el que tenían retenido al niño y resuelto el móvil: el cerebro de la operación era un preso que había coincidido hacía meses con el padre de la víctima en el centro penitenciario de Valencia y que habría conseguido recabar toda la información necesaria para el secuestro.

El Grupo Especial de la Policía autonómica entró en el piso, ubicado en Barcelona, donde detuvo a Marta C.V., de 46 años y nacionalidad española, que era la encargada de custodiar al niño y quien se había hecho pasar por la falsa Sandra Vives. «Me han dicho que me han secuestrado y no pudo decir nada», dijo el pequeño –se encontraba a oscuras, con las manos y los pies atados con bridas y sedado– a la Policía. El menor, al que durante las dos noches y tres días que había estado retenido le habían suministrado fuertes fármacos para mantenerlo sedado, fue trasladado al Hospital Sant Joan de Déu, donde ha permanecido una semana. «Me han inyectado algo», contó aún aturdido. Los Mossos d'Esquadra detuvieron, además, a Guillermo F. M., español de 36 años, por su presunta participación en el secuestro. La investigación sigue abierta con la expectativa de detener al menos a tres personas más.

Instrucciones Para «trocear al gatito»
Una carta especificaba qué debían hacer los captores si aparecía la Policía. Hasta en cuatro ocasiones, se instaba en la misiva a matar y trocear «al gatito» (el niño) si algo salía mal. Además, según el testimonio del menor, los secuestradores le amenazaron en alguna ocasión con cortarle la lengua si hablaba o venderle a un grupo de torturadores si su familia, con negocios en el mundo de la restauración, no pagaba el rescate. El menor se encuentra ya en Valencia junto a su familia.