Chinos en España por Idoia Arbillaga

Cuando realicé la investigación para mi primer libro, acerca de la literatura china, descubrí un universo de conocimientos realmente fascinante. Los chinos no sólo inventaron el torno, la pólvora, el papel, la imprenta, la porcelana, la brújula, la seda, etc.; cuando Aristóteles empezó a diseccionar los primeros animales –el origen de la anatomía comparada y el estudio de la anatomía humana-, en ese momento, la Medicina china ya tenía unos 2000 años. Crearon tres sistemas filosóficos -Taoísmo, Budismo, Confucianismo-, que influyeron en el mundo entero. Su cultura milenaria y exquisita es inabarcable aquí. Por ello, los 170.000 chinos, censados, que viven en España me dejan perpleja. Comprendo que aquí apenas llega la clase más humilde y probablemente de escasa formación. No obstante, sus costumbres nos sorprenden y muchos interrogantes nos asaltan. ¿Por qué esos turnos de mil horas incluso los domingos, cuando ves que disponen de dinero para un portátil que allí usan? Por ejemplo. ¿Por qué rara vez veo ancianos chinos por la calle? Se los llevan allí a fallecer, pero… Mientras, ¿no salen a pasear? De otro lado, ¿por qué rara vez ves a chinos en pubs, discos, en el cine ni en otros lugares de ocio? ¿Por qué nunca ves una ceremonia de enlace entre chinos en ningún sitio? Ninguna celebración o banquete ulterior. La barrera del idioma es clara, pero ya muchos chinos llegan aquí de niños, otros son españoles, y los demás, si llevan 15 años aquí, tiempo tienen de aprender el idioma. No quisiera ser malinterpretada, me apasiona la cultura china y me merece un respeto reverencial; pero creo que ni el aislamiento ni el retraimiento social beneficia a la grandeza cultural china.