Santorum firma un «hat-trick»

NUEVA YORK- El ex senador de Pensilvania Rick Santorum pidió disculpas a los feligreses de la capilla Bella Donna de McKinney (Texas) por llegar tarde al acto que tenía programado ayer por la mañana. «Quiero pediros perdón por haber tenido que esperarme. Respeto mucho el tiempo de la gente», aclaró después de llegar casi una hora tarde a la cita. Pero recibió un aplauso cuando explicó sus razones: «He tenido que hacer entrevistas con todas las televisiones», indicó el conservador, al que se vio ayer en las cadenas CNN, MSNBC y Fox News. Rick Santorum estuvo en todos los espacios de política de las cadenas después de hacer triplete la noche anterior. No sólo se hizo con la victoria, como anticiparon las encuestas en Misuri y Minesota, sino que también venció al ex gobernador de Massachusetts y cabeza de carrera, Mitt Romney, en Colorado, donde éste había ganado en 2008.

Santorum consiguió la victoria en Colorado con el 40,3% de los votos, Romney acaparó el 34,9%; el ex portavoz de la Cámara de Representantes Newt Gingrich se quedó con el 12,8%. En Minesota, el ex senador de Pensilvania se hizo con el 45% de los votos, Ron Paul con el 27,1%, Mitt Romney con, el 16,9%, y Gingrich, con el 10,8%. En Misuri ayer no se sumaron delegados, fue una votación de carácter simbólico.

Romney suma más delegados que sus rivales. Pero los resultados de estas elecciones ponen de manifiesto que la base del partido no confía en Romney, que utilizó en un discurso el ejemplo de su padre, un hombre sin estudios, para acercarse a la clase media estadounidense después de su comentario desafortunado en el que decía que no le preocupan los pobres porque ya están bien atendidos.

A lo largo de la batalla de las primarias, el electorado ha sucumbido a los políticos de sus respectivos estados cuando les han pedido que votasen por Romney. Por la sencilla razón de que es el que parece estar mejor preparado para ganar al presidente Obama en noviembre. Pero este martes, los votantes se negaron. Y esta circunstancia cambia la dinámica de la carrera. Según una encuesta de la cadena ABC y «The Washington Post», al 52% del electorado, Romney le gusta menos cuanto más sabe de él. La historia se repite de nuevo, pero con otro nombre: Romney se las ve y se las desea para superar a un ultraconservador. Primero fue Gingrich en Carolina del Sur, y ahora Santorum.

Es pronto para determinar cuánto afectará a largo plazo la victoria de Santorum en estos tres estados. Cada vez que pierde una batalla, Romney resurge en la siguiente. Para empezar, cuenta con la mejor campaña y su gran «super PAC» ha demostrado que tiene y puede gastarse cantidades ingentes de dinero en anuncios negativos contra sus oponentes.

En cambio, Santorum se ha encontrado ahora con su mejor oportunidad para demostrar que puede competir al mismo nivel que Romney y, sobre todo, que Newt Gingrich.