Los pe de Pe por Alfonso Ussía

Doña Pe Cruz, que habita felizmente en Los Ángeles, sigue a diario los aconteceres políticos de su nación, España. Y no le gustan nada las reformas que el actual Gobierno está llevando a cabo en materia de Educación. Como experta en la materia, doña Pe, está que se sube por las paredes, que es lo único que todavía no ha utilizado para subir. Nadie, con un moderado sentido de la justicia, le puede negar a esta chica inteligencia y coraje. De mala actriz nacida en Alcobendas, a mala actriz cotizada en Hollywood. Eso no se consigue con facilidad. Lo escribió Jhonatan Redgrave, crítico teatral americano: «En el mundo del arte, hay dos caminos para alcanzar la cima. Ser muy bueno en el arte o ser muy bueno en otras artes». Una grandísima actriz, Catherine Hepburn, no valoraba en exceso el nivel intelectual de muchos actores. «Es absurdo que nos consideren cultos e inteligentes. Nos aprendemos de memoria lo que otros escriben, y lo interpretamos como nos ordena el director». El problema de la señora Hepburn no era otro que su falta de interés por las reformas de la educación, que es exclusivo del estrellato cinematográfico español. En San Sebastián, donde ha sido abucheada al término de la proyección de su última película, doña Pe, que tenía la necesidad vital de estallar por cualquier lado, se ha referido a las reformas de la Educación en España. «Las medidas del Gobierno español son escalofriantes, y en el tema de la educación, es para tirarse de los pelos». Los pe de Pe. No creo que sus palabras, tan ponderadas y esperadas siempre, hayan salido de esa boquita suya influidas por la cercanía de su actual compañero en la vida, el actor Javier Bardem. Lo cierto es que Pe confía muy poco en su país. Como ejemplar proletaria –su esposo también lo es–, desdeñó la sanidad pública y privaada de España con motivo del gozoso nacimiento de su hijo. También renunció a la avanzadísima sanidad cubana. Y dio a luz en el hospital más caro de Los Ángeles, de capital judío. Podría haber hallado un hospital en Los Ángeles de capital palestino, pero no se molestó en buscarlo. Dicen los allegados que las primeras preguntas de doña Pe al serle presentado su hijo recién nacido fueron: «¿Doctor, está bien?» Y «¿Cómo marcha la Educación en España?». Como gobernaba la izquierda le dijeron que bien, y se quedó tranquila.

Pe Cruz ha decidido tirarse de los pelos, de sus pe. Como Chabeli Iglesias, lamentando que su madre no acudiera a visitarla a Miami cuando se quebró su convivencia con no recuerdo quien. «Ma no viene a Mia». Los expertos en resolver jeroglíficos coincidieron en que la enigmática frase de Chabeli quería decir «Mami no viene a Miami». Ahora con los pe de Pe, que se los quiere arrancar a tirones por su desacuerdo con las escalofriantes medidas adoptadas por el ministro Wert, Pe Cruz ha superado todas las expectativas.

El propio ministro jamás podría decir que sus medidas son para tirarse de los pelos, porque no los tiene en abundancia, y semejante acción le llevaría a los espacios exclusivos del coco mondo y lirondo. Escasez que no se da en la frondosidad pilosa de Pe. Lo de la frondosidad pilosa es frase acuñada por el inolvidable Matías Prats durante la retransmisión de un partido del Real Madrid contra el Jeunesse de Luxemburgo en la tercera Copa de Europa: «Reconocerán a Dupont por ser el menos dotado de frondosidad pilosa del equipo luxemburgués». Y así era, en efecto.

Bien le viene a España un espectáculo como el que Pe nos anuncia. Se va a tirar de sus pelos. Tiene abundancia y zonas donde elegir. Los pe de Pe, nuestra nueva heroína proletaria. Ojalá lo televisen.