Barcelona
Una Liga a la sombra de «La Roja»
La camiseta de la selección española con una estrellita en el pecho, la camiseta de la campeona del mundo, ha sido el producto más buscado del verano. Adidas apenas ha podido cumplir con la demanda y, aunque no quiere hacer públicas las cifras, la empresa de ropa sí que reconoce que se ha visto desbordada por las peticiones. «La Roja», o la azul, aunque es más difícil encontrarla, es la camiseta que más se pide y eso afecta al resto de equipos.
«Claro que la victoria de la selección ha afectado a la venta de camisetas de fútbol– dice Jaume Llopis, profesor de IESE, experto en la economía del fútbol–. Se han vendido menos de los clubes, que, además, tienen que hacer frente a las imitaciones que llegan desde China». Esas falsas camisetas son como las reales, pero más baratas y se compran con facilidad por Internet.
Es el reflejo de cómo se presenta la temporada. La crisis obliga a nuevos comportamientos económicos y la victoria del Mundial de España, a un cambio de estilo. O puede que una cosa lleve a la otra. «La victoria de España este verano ha sido un punto de inflexión. Una demostración de que el juego colectivo es más importante que las estrellas», cuenta Jabo Irureta, ahora encargado de la cantera del Athletic. «Los grandes futbolistas no han brillado y se ha visto que el tipo de fútbol que lleva a los títulos es el que apuesta por la posesión de balón».
Se puede pensar que no han venido estrellas por convencimiento, como explica Jabo, o que como no queda más remedio se lleva el estilo Iniesta. Mourinho ha llegado al Real Madrid como gran fichaje de verano, pero prometiendo juego ofensivo. El entrenador portugués fue presentado sin alardes, en una conferencia de prensa en el Bernabéu y en él, que promete trabajo antes que otra cosa, se han instalado los focos.
Los otros movimientos se han hecho sin publicidad ni grandes aglomeraciones de gente, como sucedió el año pasado. Villa llegó al Barcelona sin ruido y ningún equipo más puede presumir de haber fichado a un futbolista de portada. El Real Madrid, que ha vuelto a liderar el gasto, ha contratado a Khedira, Pedro León o Di María. Buenos futbolistas para hacer equipo, no estrellas. Pero no ha llegado Maicon y para el Barcelona ha sido imposible fichar a Cesc.
Si hasta los grandes clubes se han encontrado barreras insuperables, para el resto, para los otros 18 equipos de Primera, esta temporada es un ejercicio de supervivencia en el alambre. Ya casi no es ver quién gana, sino quién llega vivo a final de temporada. «Real Madrid y Barcelona tienen recursos por el valor de sus marcas, pero para el resto de equipos, el único modo de conseguir beneficios es vender activos, bien de tipo inmobiliario, si es que tienen, o futbolistas. Otro tipo de explotación de negocio ya no es posible», cuenta Jaume Llopis.
Ingresar y no gastar
El Valencia es el paradigma de lo que sucede en el fútbol español: ha vendido a Villa, Silva y Marchena. A cambio ha contratado a Soldado o Aduriz. Lo importante es hacer caja. Por eso, el gasto en fichajes se ha reducido casi un 50 por cien- to en comparación con la temporada pasada y muchos movimientos han sido de jugadores que no tenían contrato o de cesiones de futbolistas. Todo lo que sea no gastar dinero, bien está.
Es una economía de guerra en tiempos de crisis. El fútbol ha cambiado de modelo y los clubes tienen que acostumbrarse a la nueva situación. Francisco Alcaide, autor del libro «Fútbol, fenómeno de fenómenos», cita una frase de Vicente Calderón sobre los clubes: «Es imposible fichar grandes futbolistas baratos, es imposible contentar a las masas y es imposible que un club tenga beneficios». Pero Llopis pinta un panorama apocalíptico si Mediapro no consigue resolver sus problemas económicos. «Se van a ir todos a la quiebra».
Pero, añade, Llopis, a diferencia del resto de los mortales, Hacienda nos exige con urgencia el pago de sus impuestos a los clubes españoles. Si lo hiciera, tendrían que desaparecer y el problema social sería demasiado grave.
El fútbol y el espectáculo deben continuar. Y va a pasar lo de siempre: según el informe de José María Gay de Liébana «La economía de la Liga de las estrellas», la mitad de los ingresos de la competición son del Real Madrid y el Barcelona. «Lo previsible –dice Llopis– es que la diferencia entre los dos primeros, Barcelona y Madrid, sea mayor que la temporada pasada porque su presupuesto es mucho mayor». «Sí que está claro que va a ser una competición entre el Barcelona y el Real Madrid», confirma Irureta.
«El equipo de Guardiola es la representación del fútbol de la cantera, mientras que el Madrid ha apostado por un entrenador. Pero tenemos que presumir de que nunca en la Liga española ha habido tantos campeones del mundo».
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