España
Normalidad institucional por Santiago MARTIN
La visita del presidente del Gobierno a Benedicto XVI en el Vaticano hay que situarla y valorarla en el contexto de normalidad que rigen desde hace muchos años las relaciones entre España y la Santa Sede, así como en el marco de la presidencia rotatoria de la UE que ostenta Zapatero. Se le podría reprochar al presidente español que en seis años no hubiera encontrado hueco para visitar a los dos Pontífices que han gobernado la Iglesia estos años, o que esperara hasta el final de su presidencia europea para hacerlo. Pero, como nunca es tarde si la dicha es buena, hay que aplaudir que por fin lo haya hecho.Como no podía ser de otro modo, tanto Zapatero como el Papa han procurado dar un aire distendido a la reunión, a pesar de los muchos puntos de fricción con la Iglesia que provocan las políticas sociales y familiares del líder socialista. En el comunicado oficial de la Santa Sede se dice que entre los temas tratados se afrontaron cuestiones «como la presentación eventual de una nueva ley sobre la libertad religiosa, la sacralidad de la vida humana desde su concepción y la importancia de la educación», así como las próximas visitas de Benedicto XVI a España.No creo que haya habido tiempo para tratar otros asuntos, como la situación del monasterio del Valle de los Caídos, aunque es posible que sí haya salido, por parte española, la cuestión de la Cope. Las buenas relaciones y el diálogo entre la Iglesia y el Gobierno español, sea éste del color que sea, son imprescindibles para la paz social en nuestro país. Confiemos en que esta visita le ayude a entenderlo a Zapatero.
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