Navarra

Conchi Ríos: Esperaba puntuar más este año en las plazas importantes

Conchi Ríos: Esperaba puntuar más este año en las plazas importantes
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Con la inseparable compañía de su madre, la murciana Conchi Ríos se recupera poco a poco de la triple cornada sufrida el pasado miércoles en la plaza de toros de Tudela (Navarra). Sin enmendarse lo más mínimo la novillera ya piensa en volver a la cara de los astados el próximo 5 de agosto en la misma Haugetmau (Francia), donde recibió cinco cornadas hace justo un año. Ella lo tiene claro, su percance no ha sido más que algo «propio de la profesión».

-Lo primero de todo, ¿cómo se encuentra?
-Bueno, ahí vamos. He pasado dos días complicados, con náuseas y mareos, la paliza que me dio el novillo me ha provocado vértigos, tengo golpes en la barbilla, la espalda, el ojo... Ha sido casi hasta más doloroso que las heridas en sí. Ahora, afortunadamente ya he mejorado, ya me he levantado de la cama, me he sentado y he podido empezar a andar, aunque la pierna izquierda con las dos cornadas todavía me duele.

-¿Cómo sobrevino el percance?
-Paradójicamente fue una de las faenas más bonitas de mi temporada y la gente estuvo muy entregada conmigo. Terminé planteando la pelea en su terreno, porque el novillo fue manso. Logré exprimirlo allí y me disponía a matarlo cerca de las tablas, le di un toque al cuadrarme con la muñeca porque estaba un poco encogido e hizo honor a su condición, se me arrancó a traición y me enganchó una primera cornada, luego ya en el suelo, me cosió a golpes y vinieron las otras dos.

-Pasó mucho tiempo entre el novillo.
-Sí, como estaba en su querencia, el animal se creció y no había forma de quitarmelo de encima. Estaba muy encelado conmigo, fueron segundos de mucha tensión, porque no se hacían con él y yo me sabía ya empitonada. Me llevaron rápido a la enfermería, me operaron de las dos cornadas de los muslos, la del gemelo, tenía tantos destrozos que ni la tocaron y me llevaron a un hospital directa. Allí, me volvieron a abrir e intervenir de las tres heridas. Quizás reconozco que fue un abuso de confianza mío lo que provocó todo.

-A punto de entrar en agosto, ¿duele más un contratiempo como éste?
-No, el toro es imprevisible y puede cogerte en cualquier momento. No es la primera vez que me sucede esto, así que estoy mentalizada y convencida de seguir para delante. Que ha tocado en plena temporada, mala suerte, nada más.

-¿Qué fecha ha marcado en rojo para vestir de nuevo de luces?
-Tengo días por delante para recuperarme porque no tenía nada firmado hasta el 5 de agosto en Francia. Ése es mi objetivo. Llegar a esa fecha. No debería prolongarse mucho más. Quizás sólo la cornada del gemelo al tocar mucho músculo pueda demorar algo los plazos, pero espero cumplirlos y torear. Luego, además, no tengo más fechas hasta el 15 de agosto un festival en Jaén, por tanto, hay otros diez días para recuperarme del todo.

-¿Esperaba torear más en 2012 después de abrir la puerta grande de Madrid?
-Lo que sí esperaba es puntuar mucho más en las plazas importantes en las que he estado. Por diversas circunstancias no ha podido ser y lo he notado. Pero este tipo de obstáculos, me está sirviendo mucho para crecer. No obstante, aunque está siendo una temporada dura y sin torear tampoco demasiado, debo rondar el primer puesto del escalafón novilleril.

-Los novilleros están pagando muchísimo la crisis.
-Sí, pero es algo que no podemos dominar, afecta a todos los sectores. Se ha reducido muchísimo el número de novilladas y obliga a buscar nuevas fórmulas. No es posible rodarse tanto en los pueblos como en otras temporadas y hemos tenido que mirar a Francia, que sí está protegiendo más este tipo de espectáculos.