Barajas

Maite Zaldívar le hizo vudú a la Pantoja por Jesús MARIÑAS

Cuando las desventuras de Pepi Valladares parecían superadas gracias a cómo subió de posición tras vengarse de Isabel Pantoja, la que fuera su jefa durante ocho años, resurge con declaraciones impactantes.

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«DEC» se las sirvió en bandeja de plata a esa adalid de las buenas causas que es Chelo García Cortés, ya tan «defensora del famoso» como en otros tiempos fuera Cuca García de Vinuesa, a quien su hijo mayor, Alberto, acaba de convertir en abuela primeriza. Es una niña y ocurrió en el México lindo y ahora tan temido. Una pena la inseguridad común, como la que padeció Eugenia Santana en una reciente visita a la ya imposible Venezuela de Chávez: sufrió un ataque de riñón en el aeropuerto cuando regresaba y la tomaron por un «camello». «En vez de llevarla a urgencias, la sometieron a un chequeo espantoso mientras se retorcía de dolor. La pasaron por el escáner buscando una droga inexistente y sólo ante el resultado –tiene un riñón más grande que el otro– nos dejaron viajar. Para no olvidarlo. Desde Barajas fuimos directamente a internarla en La Paz», me cuentan.

Pues bien, Pepi habló con la arrogancia aprendida de esa Pantoja que no abarrotó en su concierto zaragozano de hace tres días. Colea aún el agravio comparativo de verla en los Premios de la Música superando en interés morboso a Serrat, María del Mar Bonet, Carmen Linares o a una Estrella Morente que la visitó en su camerino. Pepi contó lo silenciado en parte. Me pasmé con lo que me descubrió ante su marido Foski y su hermano José Luis mientras cambiaba su traje crema en el camerino. Jaleamos sus desplantes y el rifirrafe con la García Cortés, ángel de la guarda y hasta dulce compañía de la folclórica, tan pringada en la operación Malaya. «Estoy segura de que Julián y ella harán algún pacto», dijo.

Foski fue mano derecha del ex alcalde durante años. Hombre de confianza, chófer y acaso Celestino si la ocasión lo pedía. «Isabel se enteró de que Maite le hacía vudú clavando agujas en una muñeca con volantes que le proporcionó Cristina Blanco», aseguró. Pero no fue la única revelación: «Isabel cogió un berrinche cuando supo que Julián y Dulce habían mantenido supuestas relaciones». Dulce crió a Chabelita, a la que, siempre según Pepi, odiaba Agustín Pantoja, al que define como «una víbora mala». Y continuó: «Cuando llegó de viaje Isabel fue a por ella, la cogió del pelo y la arrastró hasta que las separamos. Es de armas tomar», y lo dice y asegura quien durante ocho años fue su sombra.