Murcia

OPINIÓN: Incertidumbre

La Razón
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El estado constante de la duda o la indecisión, la sobrecarga de la intolerancia, de la ansiedad, el temor a carecer de lo necesario sin la fortaleza precisa para resolver problemas hunde al ser humano en una ciénaga perpleja sin retorno.
La situación desesperada de los que viven el drama del desempleo a pesar del mercado negro del trabajo y la economía sumergida en aumento, es suficiente para que los partidos más votados en listas abiertas o no, supuestamente democráticas, se responsabilicen en lugar de la apariencia y el disimulo.Ningún gobernante se culpabiliza, todos se comprometen con sus abnegadas gestiones y además nos venden humo por transparencia en un ejercicio demagógico electoral con asesoramientos eficaces, costosos.
¿Después...?Además nos privan de la queja por haber equivocado el voto. Siempre más de lo mismo, peor de lo mismo, el divide y vencerás.¿Es para echar las campanas al vuelo al saber que sólo cambiarán las poltronas de algunos políticos si la prioridad está en las competencias e intereses y no en la formación cultural? Nunca alcanzaremos las metas deseadas para una sociedad comprometida, eficaz y responsable donde no se repitan los casos de homofobia, no se vulneren los derechos constitucionales básicos y no se admita la discriminación.
No es derrotismo ni desesperanza que impiden el pro-greso, es la incapacidad forzada, el que no aceptemos la sumisión para favorecer a caudillos redentores sin evaluar sus aptitudes, la incertidumbre razonable, aunque no es bueno que todo suceda como deseamos, afirma Bossuet.