Barajas

Rajoy: «El ministro es un inútil total con dosis de cara dura»

Condena sin paliativos a la actitud de los controladores y apoyo al Gobierno en su defensa de la Ley y el interés general. Pero también un ilustrativo recordatorio de las raíces del problema y una denuncia clara de la «pasividad, la desidia y el no hacer nada del Gobierno». En estos términos discurrió una de las intervenciones más brillantes de Mariano Rajoy en los últimos tiempos.

El líder del PP, en una brillante intervención, utiliza una frase de Rubalcaba dirigida a Arias Salgado en 1999: «El ministro de Fomento es un inútil total y un caradura»
El líder del PP, en una brillante intervención, utiliza una frase de Rubalcaba dirigida a Arias Salgado en 1999: «El ministro de Fomento es un inútil total y un caradura»larazon

Lo reconocieron hasta en las filas del PSOE, donde sorprendió la finta parlamentaria con la que el jefe de la oposición a punto estuvo de provocar una protesta formal ante la Presidencia de los socialistas. Jugada maestra. Lean, lean: «El ministro de Fomento es un inútil total con dosis importantes de cara dura porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades»...». «Cállate tonto», se escuchó desde la bancada del PSOE. Rajoy hizo como que no oía y ante la cara de indignación de Blanco que mostraron las pantallas del hemiciclo siguió con su parlamento: «... No seré yo quien emplee estos calificativos con el señor Blanco ni con nadie. Tan cariñosos epítetos fueron los que dedicó Rubalcaba a un ministro de Fomento por unos retrasos en Barajas en 1999». La cámara giró el enfoque y el gesto cariacontecido era ahora el del vicepresidente primero, que no daba crédito a lo que escuchaba. Pero la hemeroteca no engaña y ahí estaba el 17 de abril de 1999 el «regalo» de Rubalcaba al ex ministro Arias Salgado. Rajoy había metido un gol por toda la escuadra que estuvo a punto de desviar el propio presidente Bono. Sólo la prudencia le frenó de reprender al jefe de la oposición por aquellas palabras. A partir de ahí, el presidente del PP recriminó a Zapatero que deje que las cosas se deterioren hasta el límite de lo insoportable, y eso «nos obliga a prestarle apoyo para buscar una salida in extremis. Cuando los problemas envejecen por la negligencia, se resuelven mucho peor». Este estilo de gobernar que, según Rajoy, el Gobierno ha practicado también con la crisis y con las reformas económicas, hace que «vivir» con Zapatero sea ir de sobresalto en sobresalto». Luego, recordó el apoyo inequívoco de su partido al Ejecutivo, a pesar de que el socialista Gaspar Zarría acusara a los populares de haberse reunido con los controladores para organizar la revuelta, e hizo de Blanco la diana de sus reproches por no haber sido capaz de renovar un convenio que expiró hace 6 meses y de anunciar desde febrero soluciones que nunca llegaron. Discurso de altura, sin duda.