Crisis económica

Méndez y Toxo piden por carta a Rajoy que impulse un giro en la política de la UE

Los secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, han remitido una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que impulse en la cumbre europea del próximo 30 de enero un cambio de orientación en la política económica europea.

"Nos preocupa y nos oponemos a buena parte de lo que dice el Tratado sobre la estabilidad, la coordinación y la gobernanza de la unión económica y monetaria", señalan en la misiva, en la que añaden que "se echan en falta bastantes cosas que debiera decir".

En este sentido, le piden a Rajoy que el cambio de orientación debe realizarse en tres direcciones. En primer lugar, instan a promover "con toda urgencia"un plan europeo de estímulo del crecimiento de la economía y del empleo, utilizando los recursos de los que dispone la UE y la capacidad de financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

En segundo lugar, demandan plazos más largos para el cumplimiento de los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento sobre déficit y deuda pública; y, por último, llaman a la aprobación definitiva de los instrumentos necesarios para resolver la crisis financiera europea.

Según insisten los sindicatos, las políticas económicas que se han desplegado hasta la fecha "ni han resuelto la crisis de las deudas soberanas ni la falta de financiación de las empresas y de la familias", y se ha generado una nueva recesión que hará que tampoco puedan alcanzarse los objetivos de reducción del déficit y la deuda".

"Es muy necesario que las próximas cumbres del Eurogrupo y del Consejo Europeo no se conviertan en motivo de nuevas frustraciones", apostillan los líderes sindicales en su carta.
Por otro lado, CC.OO. y UGT han adjuntado al presidente del Gobierno la declaración de oposición de la Confederación Española de Sindicatos (CES) al tratado que se debatirá en la cumbre del 30 de enero.

EL TRATADO DEBILITARA LA EUROPA SOCIAL.

En dicha declaración, la organización sindical europea plantea que "los líderes se equivocan"cuando piensan que un nuevo tratado que no cuente con la participación de los interlocutores sociales a nivel nacional y europeo resolverá la crisis de la deuda soberana.

Además, aseguran que los principios que se incluyen en el texto "debilitarán la Europa social en lugar de reforzarla", "ahogarán el crecimiento y aumentarán el desempleo".

Concretamente, la declaración trata de desarmar algunos dogmas de fe en la UE y señala que las medidas de austeridad tampoco tranquilizarán a los mercados financieros, que "las reglas de déficit "sólo exacerbarán"la crisis actual o que la vuelta a los equilibrios presupuestarios requiere un enfoque a largo plazo.

Por su parte, la CES propone un mandato más claro del BCE y, no sólo la posibilidad, sino también la "obligación"de que actúe como prestamista de último recurso, la emisión de eurobonos o la autonomía de los interlocutores sociales para negociar colectivamente y evitar que el pacto fiscal se infiltre en el ámbito de los salarios.