Andalucía
Siete de cada diez médicos sufren ataques y amenazas
Andalucía, Madrid y Canarias destacan como las comunidades donde hay más casos de agresiones.
Un 68 por ciento de los médicos asegura que ha sido víctima de agresiones, amenazas o coacción por parte de sus pacientes, aunque sólo en un tres por ciento hubo violencia física. De este modo concluye una encuesta realizada a casi 3.000 facultativos, un 72 por ciento de atención primaria y 27 de especializada. El estudio ha sido elaborado por José Carlos Fuertes Rocañín, especialista en Psiquiatría del Hospital General de la Defensa, en Zaragoza, cuyos datos revelan que cerca de un 20 por ciento de los profesionales sanitarios sufren «burn out», es decir, están «quemados» e insatisfechos con su trabajo.
En los últimos diez años se ha multiplicado por cuatro el número de denuncias a médicos por mala praxis y, como asegura Fuertes Rocañín, «esto se debe a un cambio en el paradigma de la medicina; ahora no tenemos pacientes, sino que son usuarios-clientes del sistema sanitario que hacen uso del derecho a la salud. Éste no debe denominarse como tal, porque lo que existe es un derecho a una asistencia sanitaria digna. Uno llega con 80 años pidiendo a su médico tener la vitalidad y la energía de cuando era joven».
Las amenazas se producen principalmente en la atención primaria, donde los médicos se sienten «solos ante el peligro», tal y como asegura el psiquiatra, quien ha precisado que «el ciudadano pide no sólo ser curado, sino "felicidad", y el médico se encuentra con papeletas que no puede solucionar».
¿Dónde hay más riesgo?
Andalucía, Comunidad de Madrid y Canarias destacaron como las comunidades autónomas donde se han registrado más amenazas, mientras que Aragón, Galicia y Cantabria fueron las autonomías con menos, según esta encuesta, que cuenta con opiniones de médicos procedentes de toda España, salvo Ceuta y Melilla. Por su parte, José Godino Izquierdo, presidente de la sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga –actual tribunal enjuiciador del «caso Malaya»–, ha destacado también «el notorio aumento, registrado en los últimos tiempos, de las querellas y demandas contra médicos, sobre todo por lo civil». Además, Godino Izquierdo subraya que «se trata de reclamar dinero por el daño que se ha ocasionado, objetivamente, por un médico o personal sanitario».
Las principales razones de las presiones y amenazas verbales a los médicos se deben sobre todo a acciones burocráticas como la expedición de recetas, la gestión de altas y bajas laborales y la certificación de documentos de aptitud. «La figura del médico requiere de un halo de autoridad con el fin de que los pacientes les tengan en cuenta», afirma Fuertes Rocañín.
En las sentencias condenatorias por pacientes que han agredido al médico, «la inmensa mayoría, hasta un 98 por ciento, han sido agresiones verbales, amenazas o insultos y sólo en torno al dos por ciento agresiones físicas, que pueden ser muy distintas, desde un pequeño hematoma en un brazo hasta un navajazo», apunta Godino Izquierdo.
En este sentido, el magistrado ha asegurado que con frecuencia el paciente denuncia no tanto el daño sufrido como el mal trato recibido. Datos que se extraen de un estudio en el que se han observado más de 1.900 sentencias, entre las que 1.700 y 1.800 fueron reclamaciones civiles, 134 sentencias penales y 114 contencioso-administrativas.
Una de las razones que los expertos esgrimen como problema es la masificación del Sistema Nacional de Salud, que provoca que el médico no actúe de una forma correcta, o al menos de la manera más adecuada, «no porque no quiera, sino porque no puede», debido a la saturación de trabajo, lo que genera una mayor actividad judicial. Para Fuertes Rocañín, la solución pasa por aumentar el número de médicos y reducir así la presión asistencial, sobre todo en Atención Primaria, donde un profesional puede llegar a tener que ver en una sola tarde a entre 120 y 130 pacientes.
Tomar medidas
Debido a esta situación, y dado que Madrid parece una de las comunidades más afectadas, puesto que el 75 por ciento de los médicos ha sufrido amenazas o insultos en las consultas, quieren concienciar a los profesionales de la importancia de denunciar las agresiones de cualquier tipo. Según datos del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), sólo tres de cada diez facultativos formalizan la denuncia.
El vocal de Médicos de atención primaria del Icomem, Miguel Angel Sánchez Chillón, se muestra tajante en este asunto: «Resulta fundamental para mejorar esta situación que los médicos denuncien siempre cualquier agresión física o verbal», en declaraciones a Europa Press.
Penas de cárcel por agredir a los sanitarios
- Las agresiones a médicos, al igual que las que sufren otros sanitarios y los profesores, se castigan con penas de cárcel desde hace al menos dos años, aunque la situación varía en función de las fiscalías autonómicas.
Cinco años de prisión por agresiones
- La Fiscalía de Madrid acordó en 2008 endurecer las penas por estos ataques, aunque excluyó, en principio, a la enfermería, un colectivo que también se considera de «funcionarios públicos».
58% de los ataques se debe a la espera
- De acuerdo con un estudio de la Universidad de Zaragoza, la mayoría de las agresiones tienen como causa las esperas, seguidas de las disputas por las bajas laborales y de los desacuerdos sobre la prescripción de medicamentos.
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