Las JERC boicotean la sede del PP tras ver un «golpe de estado» en Valencia

BARCELONA- Cataluña está rodando su particular secuela del serial de protestas que tienen lugar en Valencia por la actuación policial contra los estudiantes del instituto Lluís Vives. Si el martes las sedes de Sant Cugat del Vallès y Esplugues de Llobregat amanecieron con pintadas y cristales rotos, ayer, el turno le tocó a las delegaciones del PP en los distritos de Les Corts y Gràcia, dos clásicas de la historia negra de los ataques populares.
A la ofensiva a las delegaciones del PP en el territorio, se sumó la protesta de una treintena de chavales, militantes de las juventudes de ERC (JERC), ante el cuartel general de la calle Urgell (Barcelona). Coincidiendo con que ayer era 23-F, los jóvenes protestaron contra «el golpe de estado» perpretado en Valencia.
23-F
El portavoz de las juventudes republicanas, Gerard Gómez, leyó un manifiesto donde denuncian que el PP está detrás de la «agresión, intimidación y detención» de los estudiantes que se manifestaban «pacíficamente» en Valencia. «31 años después del golpe de estado del 23-F, el PP ha vuelto a sacar las fuerzas policiales para reprimir estudiantes en Valencia que simplemente pedían calefacción en un centro educativo», decía el manifiesto.
Durante la protesta, que duró menos de una hora, entre las once y las doce de la mañana, los Mossos d'Esquadra aconsejaron a los populares que nadie entrara ni saliera de la sede. No fue complicado cumplir con el consejo, porque ayer había pleno en el Parlament y en la sede no había apenas movimiento. Los jóvenes, que fueron convocados a través de redes sociales como «twitter», pidieron la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández, y la delegada del Gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León.
Más tensión se vivió en la sede de Les Corts, donde unos jóvenes pegaron una patada en la puerta y llamaron «facha» e «hija de puta» a la secretaria, después de pintar con aerosoles «Plantem cara» y una diana con las siglas «PP». En la sede de Gràcia los radicales dejaron el siguiente mensaje: «El aborto libre y gratuito». Llevaba la firma de una «estelada».