Barberá defiende ante Montoro la exención del IVA para las fallas

VALENCIA- La subida del IVA para las fallas es un tema que no está zanjado para la alcaldesa de Valencia, por lo que buscará «otros caminos» con el Estado para lograr que los monumentos falleros no sufran la brusca subida fiscal. De hecho, Rita Barberá confirmó ayer que en los últimos días ha mantenido diversas reuniones con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, para evitar la subida frente a las exigencias de la normativa europea.

En cualquier caso, la alcaldesa insistió en que su gobierno es el primero que ha apoyado «de verdad» a las fiestas josefinas, por lo que se seguirá posicionando al lado de los falleros para ayudarles en la compra de casales, afrontar los gastos de iluminación e, incluso, para un porcentajes del coste del monumento. En este sentido quiso recordar que con el 25 por ciento que el Ayuntamiento aporta para los monumentos «el Consistorio ayuda a pagar el incremento del IVA». Sobre lo que no se quiso referir la alcaldesa fue sobre el posible traslado de San José a lunes, aunque aseguró que le parece «muy bien» el traslado a festivo del 18 de marzo y reiteró que su posicionamiento siempre estará «al lado de los falleros».

Barberá quiso zanjar también la polémica sobre programa de actos del día 9 de octubre y aseguró que los grandes temas son decisión exlcusiva de la Junta de Gobierno Local. Por ello, aseguró que a la Catedral puede entrar «quien quiera» y reivindicó la defensa de las tradiciones para lograr «la supervivencia de las naciones» apelando a un discurso del presidente estadounidense J.F. Kennedy. En este sentido, reiteró que «las normas son las normas» y recordó que sólo a ella le compete decidir quién porta la «Senyera». En cualquier caso, este año será el grupo municipal socialista el encargado de su traslado.

La alcaldesa no quiso dejar pasar la oportunidad de hacer un balance sobre las últimas protestas ciudadanas y calificó de «provocación» la iniciativa «Rodea el Congreso», ya que, en sus palabras «pretenden alterar la legitimidad democrática que dan las urnas». La demanda de autodeterminación catalana fue también duramente criticada por la alcaldesa que consideró una gran contradicción el hecho de que «pidan dinero con una mano y con la otra quieran la independencia».