Perogrullo rey por Sabino Méndez

El nuevo Gobierno de la Generalidad de Cataluña acaba de anunciar a bombo y platillo que va a publicar un memorial de agravios de las leyes españolas para con la economía catalana. Como son unos linces, no han caído en pensar que, puesto que esas leyes son de ámbito estatal, en caso de que perjudiquen a alguien lo hacen en pie de igualdad a todas las autonomías. Y que pudiera pasar que el público de a pie empezáramos a pensar que para qué necesitamos estas autonomías de tanto gasto. Quizá con unas de menos relumbrón y más eficacia, ya pasaríamos. Yo y muchos catalanes no creemos que sean las leyes las que han provocado la actual bancarrota de nuestra región, sino que ha sido provocada por la mala gestión.
Por ejemplo, cuando se gastaba en renovar la flota de coches oficiales con «audis» mientras el sistema sanitario autonómico estaba en quiebra. Acompañé una vez en una inspección por su ciudad al consejero de cultura de México D.F. (una urbe cuyo ámbito de influencia abarca a una población superior a la catalana) y se desplazaba en el asiento delantero de un utilitario blanco con su chófer oficial al lado en mangas de camisa.
A mí me da la sensación de que si gobernar va a ser poner a todos los equipos de la Generalidad a redactar textos que intenten justificar lo injustificable en lugar de ponerse a administrar, lo que estamos haciendo es literatura y no gestión. Crecerá una generación que no habrá conocido otra cosa que el saqueo y el soborno con excusas.
A la que no le parecerá inaudito saber de escándalos en las altas esferas, que no se desilusionará con las promesas incumplidas. En resumen: el tipo de rebaño de ensueño para cualquier político corrupto.