«Los islamistas han confirmado su apoyo al sector turístico»

E l ministerio que lleva Fakhry Abd El Nour es posiblemente uno de los más valorados del mundo por su inigualable patrimonio cultural, sus tesoros arqueológicos (una de las siete maravillas del mundo antiguo, incluida), el mar Rojo, el río Nilo y una climatología que además de todo eso, acompaña. Sin embargo, desde la caída de Mubarak en febrero del año pasado y el consiguiente clima de incertidumbre, estar al frente de la cartera de turismo en Egipto es un auténtico reto. ¿Por qué le han elegido a él todos los gobiernos de transición egipcios?, le preguntamos. «Eso se lo tendrás que consultar a ellos», reconoce en un alarde de humildad, pese a ser uno de los expertos en banca y economía más reconocidos del país.
-Ha bajado el número de turistas considerablemente desde que empezó la revolución en enero de 2011 hasta este año. ¿Cómo lo va a mejorar?
-No sólo eso. En concreto, el número de turistas cayó un 33 por ciento, las pernoctaciones, un 22 por ciento y las ganancias, un 29 por ciento. Lo cierto es que 2011 ha sido un año de movimientos sociales y políticos y eso ha dejado la impresión a los viajeros y turistas de que en Egipto reina la inseguridad. Lo que tenemos que hacer es cambiar esa percepción, esa idea. Para ello, no sólo invertiremos en anuncios, sino que también comunicaremos. Hay que tener en cuenta que el periodo de transición democrática todavía no ha terminado. Pero hemos dado un gran paso y con los siguientes: la Constitución, las elecciones presidenciales... La calma se restablecerá.
-¿Cómo ha vivido el primer año tras la caída del dictador Mubarak?
-Ha sido un año lleno de esperanza, aunque también es normal llevarse alguna que otra decepción. Pero hemos demostrado coraje aún sabiendo que la transición iba a ser difícil. Ustedes saben que la democracia es un periodo largo, más siendo españoles. ¿Cuánto duró la transición en España? Nosotros intentaremos acortarla lo máximo posible.
-Pero tiene que entender que la gente, al ver las noticias con manifestaciones y disturbios, cambia de destino turístico.
-Inevitablemente, los medios de comunicación han exagerado los problemas y los desafortunados sucesos ocurridos en Egipto. Ése es nuestro reto, centrarnos en la seguridad, generar en los viajeros en potencia o touroperadores que no existe dicha lacra de seguridad.
-Los salafistas consiguieron un 20 por ciento de los votos en las parlamentarias. Uno de sus líderes prometió prohibir los biquinis y el alcohol. ¿Qué opina?
-No vamos a aceptar que nadie nos estropee lo que hemos construido en Egipto. El turismo es la mayor fuente de riqueza para el país y nadie puede ni va a tocarlo. Hemos hablado con los movimientos islamistas y nos han confirmado su apoyo a la industria turística. Nuestra misión es difícil, pero lo que queremos es recuperar los 20 millones de visitantes que teníamos. En un plan que también incluye el mejorar los medios de transporte (aéreo y marítimo) para llegar hasta Egipto. Le aseguro no sólo que podrá pasear en biquini por las maravillosas playas del mar Rojo, sino que también se podrá tomar una copa de vino tinto, incluso, en una de las viñas más legendarias que se conservan de la humanidad.