Sherlock y el Estatuto por Carles NAVALES

Aunque no mereció el título de Sir, quizá por su prematura muerte en las cataratas, quizá por vanidad de Sir Arthur, su creador, lo cierto es que Sherlock Holmes es el personaje más célebre que ha dado el Reino Unido (The Beatles es una banda). Si manejamos su doctrina para resolver cómo terminará el enigma del Estatuto, lo primero que debemos hacer es descartar lo imposible; es la regla de oro, ¿verdad eminencia?. Tras desechar, sólo nos queda una opción: el entendimiento entre los diputados de distinta ideología o partido que lo votaron a favor. O sea, el entendimiento entre socialistas y nacionalistas para adecuar el Estatuto a la Ley y la Ley al Estatuto, tal como nos enseñó don Torcuato: «A la Ley, con la Ley, desde la Ley».Tras el primero, se impone un segundo descarte: ¿CiU aceptará que el presidente Montilla lidere el proceso?, no; el PNV se mojará a fondo?, no; ¿el PSOE primará la estabilidad del gobierno?, sí. Llegados a este punto, quedan dos opciones: el PSOE alcanzando un acuerdo con CiU, que le de estabilidad o el PSOE alcanzando un acuerdo con el PSC al que se oponga CiU (estamos hablando de un acuerdo con idéntico contenido). ¿Hace falta despejar la incógnita? ¡Ojalá me equivoque! Y, tranquilos, señoras y señores, no hará falta tocar la Constitución, a CiU le basta con volver a gobernar.