Relaciones laborales

Cuando sólo importa negociar sus subvenciones

CC OO y UGT nunca faltan a las reuniones sobre cursos de formación

La Razón
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MADRID- UGT y CC OO sólo se levantan de la mesa de negociación cuando están en contra de la reforma laboral o los convenios colectivos, como ocurrió el pasado abril. Ayer amenazaron de nuevo al Gobierno con su advertencia de que si no frena los «recortes, seguirá el conflicto social». Pero este supuesto «romper la baraja» no es tal. O al menos, depende de lo que esté en juego. Según ha sabido este periódico, nunca han abandonado una reunión de la comisión tripartita –formada por el Ejecutivo, la patronal y los propios sindicatos– si se trataba de negociar los convenios de formación y los cursos que tan pingües beneficios les reportan. Y es que uno de los pilares fundamentales para la financiación de las centrales sindicales son, sin duda, las partidas que reciben por la gestión de innumerables cursos de formación. Se trata de un negocio redondo que consiste en ofrecer a parados y trabajadores todo tipo de formación que las oficinas del INEM no pueden abarcar. Otra cosa es el efecto real que han tenido a la hora de ayudar a los principales afectados. La Fundación Tripartita, formada por UGT, CC OO y CEOE, encargada de gestionar los cursos de formación para el empleo, recibió en 2011 nada menos que 3.013 millones de euros, procedentes de las cuotas que se deduce en la nómina de cada empleado para formación profesional (2.000 millones) y de las aportaciones de fondos europeos y de las arcas del Estado (1.000 millones más). Sin embargo, la reforma laboral acaba con este control exclusivo, de forma que las empresas privadas dedicadas a la formación también podrán organizar estos cursos e, incluso, los propios trabajadores podrán elegir el destino de esos fondos.

Otro de los pilares en los que se asientan las arcas de los sindicatos es la negociación colectiva y la gestión de los expedientes de regulación de empleo (ERE). Pero la reforma laboral también introduce medidas de agilidad en su tramitación que hará inútil en muchos casos la intermediación de los asesores sindicales. ¿Cuáles son, pues, los motivos principales para apoyar la huelga general?