Las redes sociales arrancan con el Bus 20

MADRID- Están «subiendo» los primeros vídeos. Son jóvenes procedentes de Brasil, Reino Unido, Francia y Canadá que comparten su día en la diócesis de Ávila. Mientras, chicos de Colombia, Venezuela y México están colgando sus «tweets»: «¡Cogiendo el avión para Madrid!», escriben. Después, un voluntario traduce al francés los contenidos en Facebook... ¿Alguien puede poner orden en el ciberespacio de la JMJ? La respuesta viene sobre cuatro ruedas: el Bus 2.0 ya está en marcha.
El vehículo es una suerte de torre de Babel a motor. En los cerca de 80 voluntarios que componen el equipo hay representadas una veintena de nacionalidades. No en vano, los «community managers» van a traducir las incidencias minuto a minuto en 21 idiomas en Facebook y Twitter, a las que hay que sumar otras redes sociales como la española Tuenti, la brasileña Orkut y la japonesa Mixi. Entre todas, suman más de 330.000 seguidores. Eso sin contar todos aquellos que visiten la web TV, con contenidos propios de la JMJ, y la página abierta en Flikr y el canal oficial en Youtube, por el que ya han pasado más de un millón de internautas.
Así, la joven croata Ana Curkovic, profesora de español, traduce a su idioma natal todas las noticias de la web oficial, www.madrid11.com. Y mientras, Liana Randazzo, californiana de 24 años y también docente, hace lo propio con los contenidos en inglés.

Apoyo entre compañeros
Pero esto no ha sido flor de un día. «Los voluntarios llevamos dos años colaborando», afirma a este diario Carlos Gutiérrez, de 30 años, y uno de los encargados de gestionar el Twitter español. Y añade: «¿Si es agotador? Cuando haces algo que te gusta y crees en ello, el trabajo sale. Y si un día tienes menos energía, tu compañero te la aporta». Multiculturalidad, valores, aprender día a día de ese intercambio... «Ves que cuando hay miles y miles de personas, compartiendo fotos, vídeos, contenidos... al final no hay tantas diferencias entre nosotros, sino un interés común: que podemos ayudar a construir un mundo mejor».
No todos los voluntarios estarán siempre en el bus, que cuenta con 30 plazas. Así, mientras un grupo viajó ayer a Albacete y a Ávila para cubrir los «Días en las diócesis» de los peregrinos, el resto controlaban los contenidos desde sus ordenadores. El vehículo está equipado con una pantalla gigante que emitirá la señal del encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes.
De hecho, está previsto que permanezca aparcado en los principales actos de la JMJ, como el recibimiento al Papa y el Vía Crucis en la Plaza de Cibeles, así como la vigilia de oración y la misa final en Cuatro Vientos. Como dice Antonio Gallo,director de redes sociales de la JMJ, «será una forma de ‘'multiplicar'' el mensaje del Santo Padre en todo el mundo».