Más problemas para Ali Syed

En los últimos días, el indio está obligado a lidiar en diversos frentes. A los problemas de pago que tiene con algunos jugadores y su ex entrenador, Miguel Ángel Portugal, se le ha añadido una demanda por una estafa de más de 72 millones de euros que se ha presentado contra la compañía de la que es propietario, Western Gulf Advisory (WGA), en Australia. Al parecer, WGA habría defraudado unos 100 millones de dólares australianos, según publicó el «Sydney Morning Herald», un rotativo «aussie» que recoge testimonios de presuntos estafados.

Aunque las cantidades que se barajan a este lado del mundo son mucho menores, los problemas de cobro que rodean al Racing de Santander también suponen un dolor de cabeza para su máximo accionista.

La primera decisión que adoptó el indio al llegar a Santander fue despedir al entrenador, Miguel Ángel Portugal, y contratar a uno nuevo, Marcelino. Portugal aceptó su marcha y se avino a cobrar en cinco plazos las cantidades que le adeudaba el club en concepto de primas, sueldos atrasados y finiquito. El primero de esos pagarés vencía el pasado 25 de febrero y cuál fue la sorpresa del técnico cuando el banco se lo devolvió. Según informa El Diario Montañés, Portugal pidió a su representante, Manuel García Quilón, que se pusiera en contacto con el club para averiguar lo sucedido. A Quilón se le aseguró que antes de que acabe la semana, su representado podría cobrar el pagaré.

Tampoco están nada contentos algunos jugadores de la plantilla racinguista tras las promesas incumplidas de Ali Syed. Los capitanes del equipo, Munitis, Pinillos, Christian, Colsa y Coltorti, que ejerció de traductor, forzaron una reunión con el mandatario y el presidente, Francisco Pernía, para aclarar la situación.

Los futbolistas más veteranos de la plantilla tienen pendientes cobros de la pasada temporada y la situación se ha tornado en cierto nerviosismo dentro del plantel ante el giro que están tomando los acontecimientos. Cuando llegó Syed, el vestuario priorizó el pago a los más jóvenes y a los recién llegados para aparentar normalidad, mientras que los veteranos aceptaron cobrar con un poco de retraso. Tras la reunión, parece que se ha instaurado una situación de relativa calma a la espera de que Syed cumpla.