Lisboa

Assange rompe con «The Guardian» y se pasa al «Daily Telegraph»

La luna de miel entre Julian Assange y el diario The Guardian parece haber tocado a su fin con las últimas revelaciones biográficas de ese periódico de izquierda moderada sobre el fundador de Wikileaks.

Desde el pasado martes, no es ya The Guardian, inicialmente seleccionado por Assange entre otros cuatro periódicos de diversos países, para difundir los cables diplomáticos secretos filtrados a Wikileaks, sino el conservador The Daily Telegraph quien los publica.

Fue la revista Vanity Fair la primera en revelar las dificultades surgidas en la relación entre Assange y The Guardian, y, a juzgar por las dos últimas portadas del Telegraph, dedicadas a las filtraciones de Wikileaks, el australiano y The Guardian han roto definitivamente.

Según medios británicos, Assange se sintió traicionado cuando, a raíz de su detención en el Reino Unido, The Guardian publicó detalles sobre los dos casos de supuesto acoso sexual de que ha sido acusado en Suecia y que le mantienen actualmente en situación de libertad vigilada mientras los jueces deciden sobre la petición de extradición presentada por el país escandinavo.

Para colmo, el pasado lunes, The Guardian anunciaba la publicación por su editorial de un libro que revela, entre otras cosas, según el periódico, cómo Assange había dicho en una ocasión que sus informantes estadounidenses "merecían que los matasen"y cómo había elegido a un "destacado antisemita"para que representase a Wikileaks en Rusia.

La publicidad del libro, titulado en inglés "Inside Julian Assange's War on Secrecy", describe al fundador de Wikileaks como "uno de los personajes más extraños que se ha convertido en famoso a nivel mundial".

En extractos del libro publicados por ese diario se contaba cómo Assange se disfrazó una vez de mujer en Inglaterra por miedo a que le persiguiese la CIA y se la criticaba por esperar de The Guardian que le ofreciese "algún tipo de protección como fuente"absteniéndose de investigar demasiado sobre las acusaciones de tipo sexual que pesan sobre él en Suecia.

Como consecuencia de ese distanciamiento, es ahora The Daily Telegraph y no The Guardian, quien permite a sus lectores desayunarse diariamente con las últimas revelaciones de Wikileaks, publicadas con grandes titulares y en primera.