Portugal impone una «tasa de entrada» en todos los pasos fronterizos con España

Madrid- Todas las autopistas portuguesas son de pago desde ayer y algunas de ellas han disparado su precio. Esta situación ha generado numerosas protestas a los dos lados de la frontera. Las vías que comenzaron a cobrar a los conductores por su uso –tres de ellas fronterizas con Orense (A-24), Salamanca (A-25) y Huelva (A-22), y otra que cruza el Alentejo luso (A-23)– eran las últimas autopistas gratuitas de Portugal, conocidas como SCUT (acrónimo en portugués de «sin coste para el usuario»).

Los principales movimientos ciudadanos de protesta contra estos peajes realizaron una concentración en Viseu, en el centro-norte de Portugal, para denunciar las consecuencias que prevén para la economía local de las regiones afectadas. «Es un crimen cometido con agravantes porque se trata de la introducción de peajes en autopistas sin alternativa, en regiones donde el poder adquisitivo es la mitad o más bajo que el de la media nacional», dijo a los periodistas el portavoz de estos colectivos, Francisco Almeida. El activista anunció que, además de más movilizaciones, continuarán la lucha en los tribunales para denunciar los precios de los nuevos peajes. Algunos tramos de vías «llegan a ser un 60 por ciento más caros» que otras autopistas del país, apuntó.

En España, la decisión ha desatado una batalla política en Andalucía. El PP de Huelva atribuye la implantación del peaje en la Autovía del Algarve (A-22) a la «inacción» de los gobiernos socialistas, que «no han hecho nada» para evitar su implantación, a pesar del «grave perjuicio» que, según esta formación, acarreará para la economía onubense. El secretario general del PP de Huelva, David Toscano, tachó de «insulto a la ciudadanía» que el PSOE «pretenda ahora que el Gobierno interceda para impedir el peaje cuando ya se ha decidido su implantación».