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Caballé será estos días abuela primeriza por Jesús Mariñas

Arantxa Sánchez-Vicario se encuentra en la recta final del embarazo
Arantxa Sánchez-Vicario se encuentra en la recta final del embarazolarazon

Había perdido la esperanza de ver continuada su saga, pero apresuró su juicio: tiene 78 años y ya le toca. Un título más que añadir a su gloria de última gran diva irrepetible. Ya no quedan figuras así, como en mejores tiempos para la lírica lo fueron Callas, Shouterland y Tebaldi. Marcaron época, completaron un ciclo único que se cierra con la cantante barcelonesa hoy en la dulce espera. A sus años todavía estrena, es un título extraño para ella, aunque es tan matriarcal que cuando más disfruta es teniendo el clan a su alrededor. Son piña indestructible conformada primero por sus padres, Ana y don Bernabé, luego reforzada con su hermano y mánager, Carlos, y los dos hijos habidos de un matrimonio inextinguible con Bernabé Martí, el pastor aragonés convertido en figura de la lírica gracias al mecenazgo de Miguel Fleta. Todos esperan al que será el primer retoño de Montsita Martí, hija de la cantante y compañera en las lides artísticas, hoy aparcadas por el acontecimiento ya a punto. Y aunque los médicos creen que no será hasta el «veintialgo», la Caballé, que fue enfermera antes que «primma donna», vaticina que la criatura se adelantará algo sobre el 24, en que Montsita sale de cuentas: «Lo veo muy bajo, señal de que vendrá antes de tiempo», asegura. De ahí que, siempre llevando la voz cantante, y que nos dure, haya aconsejado a la hija contención en sus gimnasias matinales y ejercicios natatorios o excursiones a pie, que este fin de semana apuró en la finca de Ripoll. «No deberías ir a Barcelona», recomienda sapiente y experimentada, aún saboreando las mieles de su éxito catalán con doble concierto en el XXV aniversario del Festival de Peralada, que ella empujó desde su primer año. Y, mientras Montsita cuenta las horas para convertirse en madre, hay más en la misma vigilia,como Arantxa Sánchez-Vicario, inesperada anfitriona de Angelina y Brad Pitt en su casa de Formentera, casi recién estrenada, a las puertas del parque natural del Es Salines, de donde casi no salieron, al punto de que ningún fotógrafo los pilló porque llegaron sin la aparatosa parafernalia de los seis hijos. También espera Alejandra Prat, a quien apenas se le notan los siete meses de gravidez. Mientras Arantxa espera su segundo, Álex va por el tercero. «Y que vengan los que Dios quiera», suspira feliz con su envidiada pareja, mientras Paloma Cuevas, José Mari Manzanares, José Tomás y El Juli también cuentan las horas para ser padres. Carmen Chaparro aguanta idéntica vela, como la rancia Chayo Mohedano, ya convertida en parodia de su tía la gran Rocío Jurado, que siempre evitó los escándalos que ahora son el pan nuestro de cada día porque los alienta Rosa Mohedano. Una postura que choca y contrasta con estas madres futuras cuyos frutos alumbrarán las crónicas de hoy en adelante.