Los funcionarios claman contra las medidas de Rajoy

León- Unido. Así se mostraba el colectivo de empleados públicos de Castilla y León ante los anuncios realizados el pasado miércoles, en el Congreso de los Diptudados, por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo que les empujó a manifestarse, durante la mañana de ayer, a las puertas de decenas de centros de trabajo.

Horas más tarde, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, explicaba qué se hará. En particular, la supresión de la paga extra de Navidad, que se circunscribe a este ejercicio, pero que se pretende devolver en 2015 en un plan complementario de pensiones.

De igual manera, clamaron contra la reducción de días de libre disposición, que se rebaja de seis jornadas al año a tres, lo que equipara a estos trabajadores con la mayoría de convenios colectivos en la empresa privada.

Los representantes sindicales, presentes en las protestas que Montoro dijo comprender, mostraron su indignación que se canalizará en próximas protestas, o una huelga en todo el sector, a pesar de que los propios trabajadores se muestra reticentes a «perder todavía más dinero».

«Estamos ante un claro ataque a la dignidad del empleado público», aseguró Carmen Amez, secretaria autonómica de Empleo Público en UGT. Desde Comisiones Obreras, su secretario autonómico de Servicios a la Ciudadanía, Luis Fernández Gamazo, destacó que la concentración es el inicio de protestas frente a medidas que «afectan a toda la ciudadanía». Por ello animó a todos a dar «una respuesta contundente al Gobierno en la calle».

Los paros ante los centros de trabajo tuvieron lugar en todas las capitales de provincia y en otras localidades. Si bien, hubo quienes optaron por acudir al punto más representativo de su ciudad para mostrar su descontento. Fue el caso de los empleados públicos de Salamanca, que acudieron a la Plaza Mayor. Allí, el secretario provincial de UGT, Agustín Rodríguez, sentenció que el Gobierno «acaba con los servicios públicos y con todas las prestaciones además de hacer responsables a los trabajadores de la mala gestión política».

En Palencia, además de la Delegación Territorial de la Junta y el Hospital Río Carrión, los focos de la protesta fueron el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia.

En Soria, el secretario general de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Javier Moreno, lamentó que los políticos, apoyados por los intereses privados, se hayan encargado de «demonizar» al sector público, que será uno de los encargados de «pagar» los «desmanes» de constructores y malos gestores.

En Ávila, se manifestaron a las puertas del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, con pancartas en las que se podía leer «Descanse en paz», en alusión a la Paga de Navidad.

Un viernes «más negro que de costumbre»
En las últimas semanas, grupos de trabajadores de la función pública, vestían cada viernes camisetas negras como muestra de su malestar contras las medidas políticas en torno a ellos. Hace una semana un grupo de ellos se dirigía al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, momentos antes de que éste participara en un acto de Fomento. Ayer, algunos de ellos aseguraban que «hoy se puede decir que es un viernes más negro que de costumbre»