Barajas
Encuentros en Moncloa: hablando con su enemigo
Todo hace presagiar que la reunión de mañana en Moncloa, si ninguno de los protagonistas lo remedia -como parece ser el caso-, se presenta como un punto y seguido de una serie iniciada en 2004 en la que el desencuentro ha sido casi absoluto. Zapatero y Rajoy son completamente diferentes, su visión de la política y su medida de los tiempos también. Por no hablar de sus recetas para afrontar los grandes problemas de la sociedad española. Toda una historia de engaños y desengaños en la que el líder de la oposición ha sido siempre el peor parado.
Una diferencia fundamental con los desafortunados encuentros anteriores es la situación en la que Zapatero llega a la cita. La crisis económica ha desbordado al Gobierno socialista de tal manera que no sólo está paralizado ante la magnitud del desastre, sino que además lo parece. Tanto ante la opinión pública como en los principales escenarios internacionales.Por ello el presidente del Gobierno pedirá esta vez -como ya hizo con ETA- a Rajoy colaboración y sentido de Estado. Le pedirá su respaldo para salvar la cara y dar imagen de unidad ante la situación económica, cuando los especuladores sobrevuelan como aves de rapiña sobre la piel de toro después de saquear Grecia.Los temas «impuestos» en un prinicipio por Zapatero se habían limitado, para sorpresa del PP, a la ayuda a Grecia y la reforma del sistema bancario. ¿Y de la crisis, qué?, debieron pensar en Génova. En las últimas horas el PSOE ha dado a entender que está abierto a otros asuntos. El problema es que Rajoy se encuentra entre la espada y la pared. Y lo saben los dos. El líder del PP no puede negar su apoyo y al mismo tiempo comulgar con ruedas de molino. No puede vender un programa y bendedir el de su enemigo.
Además, hay un problema fundamental: la desconfianza de Rajoy a todo lo que le propone Zapatero. Se ha sentido engañado en muchas ocasiones por el presidente. Además, sabe que le ha ocultado información relevante en grandes asuntos de Estado, que prefiere confiar en los nacionalistas y los grupos minoritarios mientras esto le permita gobernar. Sabe que están llamados a no entenderse nunca porque son polos opuestos...
Zapatero está en posición de exigir lealtad a su máximo enemigo. ¿Pero hasta qué punto Rajoy puede o debe asumir lo que considera errores del presidente? Una vez más deberá saber caminar por la cuerda floja en que se ha convertido su camino hacia la Moncloa.Lo que ocurra mañana es una ingnita, por supuesto, pero que Zapatero y Rajoy lleguen a acuerdos de calado, tal como exige la situación, parece utópico. La cuadratura del círculo. Sin renunciar al optimismo, resumimos seis años de reuniones en Moncloa:
24 de mayo de 2004Toma de contacto «diplomática» en su primera reunión en Moncloa. Ya en esta cita se plantean las reformas estatutarias, y los problemas para resolver la financiación autonómica y la parálisis del Tribunal Constitucional.7 de septiembre de 2004Un desencuentro absoluto en todos los temas tratados. Discrepan de manera evidente respecto a la política antiterrorista del Gobierno y su concepción territorial del Estado. También tropiezan en la comisión de investigación del 11-M y en las prioridades de los Presupuestos Generales del Estado.14 de enero de 2005Más de lo mismo en cuanto a los grandes asuntos de Estado. Ante la evidente falta de sintonía, al menos se ponen de acuerdo en crear una comisión de diálogo que acometa una reforma territorial y algunos cambios en la Carta Magna.5 de septiembre de 2005Diálogo de sordos. Tanto es así que Rajoy declara al salir de Moncloa que no sabe para qué le ha convocado el presidente del Gobierno. Se ofrecen respaldo mutuamente para tratar los problemas más graves del Estado pero se quedan en eso, en una declaración de intenciones que nadie se cree.28 de marzo de 2006El alto el fuego de ETA parece poner un paréntesis en la dura pugna que mantienen por la forma de entender la lucha antiterrorista. Zapatero exige colaboración a Rajoy para intentar llevar a buen puerto el final de ETA, pero el líder del PP le exige información sobre el «diálogo» con la banda.22 de diciembre de 2006Después de unos meses a la expectativa, Rajoy comprueba que Zapatero sigue empeñado en alcanzar un final dialogado del terrorismo aún a costa de una «permisividad» con la izquierda abertzale que el jefe de la oposición se niega a admitir.8 de enero de 2007Un encuentro muy tenso. Desde la anterior reunión media el salvaje atentado de la T-4 de Barajas, y el Pacto Antiterrorista muestra sus flaquezas más que nunca. La desconfianza mutua llega a uno de sus puntos álgidos.11 de junio de 2007Las expectativas puestas por el presidente del Gobierno en conseguir que ETA deje las armas se han venido abajo con el paso de los meses. Esto hace que la reunión sirva de base para recobrar la unidad ante los terroristas23 de julio de 2008Al fin un encuentro fructífero. Alcanzan un pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial y adoptar nuevas medidas antiterroristas.14 de octubre de 2008Otra conversación de mínimos: convocarán el Pacto de Toledo para afrontar los primeros síntomas graves de la crisis económica, pero «se dan unos días» para afrontar la eterna cuestión de la renovación del Tribunal Constitucional.
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