Comunidad de Madrid

A la espera de que se celebren los juicios

«El Rafita» tiene numerosos antecedentes policiales, pero ninguno penal. Foto: © J. Fdez-Largo
«El Rafita» tiene numerosos antecedentes policiales, pero ninguno penal. Foto: © J. Fdez-Largolarazon

Madrid- ¿Por qué no entra «El Rafita» en prisión? La pregunta se la hacen miles de ciudadanos cada vez que este chaval de 22 años, tristemente famoso hace siete por participar en el crimen de Sandra Palo, vuelve a delinquir. Rafael Fernández García (se cambió el orden de los apellidos para, según él, pasar más desapercibido) tiene numerosos antecedentes policiales pero ninguno penal. Aún no ha sido condenado por sentencia firme desde que cumplió la mayoría de edad y, por eso, no ha pisado la cárcel. Aunque si sigue acumulando «pequeños» delitos, puede que le quede poco tiempo.

«El Rafita» tiene varias causas pendientes por intento de robo (sobre todo de vehículos pero también de un ordenador en Málaga), daños y allanamiento de morada (un piso del mismo bloque donde vive en el que pretendía quedarse a vivir de «okupa» porque estaba vacío). Pero al tratarse de delitos menores, le han dejado siempre en libertad provisional a la espera de juicio. Cuando ese día llegue, el juez puede imponerle una multa o una pena de cárcel. En cualquiera de los casos, puede recurrir la sentencia, lo que ya alargaría aún más el procedimiento. Pero si ocurre lo primero, puede declararse insolvente y, si es lo segundo, la pena será, con toda probabilidad, inferior a dos años de cárcel (al tratarse de un delito menor) por lo que, al no tener antecedentes penales, no ingresaría en prisión. Así lo establece el Código Penal. Su ficha se reseteó al cumplir la mayoría de edad ya que, cuando participó en el crimen de Sandra Palo tan sólo tenía 14 años y fue juzgado por la polémica Ley del Menor. Su condena consistió en cuatro años de internamiento en el centro de menores «Renasco» de Carabanchel y tres de libertad vigilada que pasó entre Málaga y Madrid. El pasado 25 de junio terminó de cumplir esta condena y su expediente quedó totalmente limpio. En ningún sitio figura el delito por el que fue condenado, tal y como marca la Ley del Menor.

Durante esos tres años de libertad vigilada, a la Justicia le consta (porque él presume de haberlo hecho más veces sin haber sido pillado por la Policía) que «El Rafita» ha robado hasta en siete ocasiones y ha sido detenido cinco veces. Ha actuado con tal libertad que hasta se ha cambiado varias veces de domicilio y a al Policía le ha costado dar con él en más de una ocasión para notificarle algún requerimiento judicial. Ahora vive entre la Avenida Villaviciosa de Alcorcón (donde su familia fue realojada tras el desmantelamiento de Las Mimbreras, de donde proceden) y la Cañada Real. Durante su fugaz matrimonio con una joven magrebí residió en un piso compartido de Puente de Vallecas, pero al separarse volvió a trasladarse a Alcorcón.


El debate de la Ley del Menor
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, pidió ayer la reforma de esta Ley porque, en su opinión, está fracasando, sobre todo, en el capítulo de la reeducación como demuestra la nueva detención de «El Rafita». Su proceso de reinserción «no ha funcionado», apuntó.