Navarra
Detenido Daniel Derguy uno de los etarras franceses más peligrosos alumno de «Parot»
La Policía francesa detuvo ayer, en la localidad de Cahors, a Daniel Derguy, un miembro de ETA de nacionalidad gala que llegó a ser portavoz de los presos de la banda recluidos en cárceles del vecino país. Hasta su puesta en libertad, en marzo de 2008, se ocupaba, junto con Argi Perurena, de canalizar las exigencias de los internos.
Durante la fallida negociación de 2006-2007, era de los que hablaba, como hacen ahora otros etarras o sus abogados, de «momentos históricos» para el final del terrorismo; y pedían a las autoridades españolas y francesas que no entorpecieran el «proceso».
La nacionalidad francesa de Derguy, como la de Henri Parot, que fue el que le captó, les daba una cierta preminencia dentro de ETA ya que la banda siempre ha querido tener militantes galos, dentro de su objetivo de construcción de una «gran Euskal Herria», que incluya, además del País Vasco y Navarra, territorios fronterizos del otro lado de los Pirineos.
Contra Derguy existían dos órdenes de búsqueda dictadas por la Audiencia Nacional, la primera, de 1994, por el envío de una carta bomba, el 4 de marzo de ese año, al propietario de la empresa Pastas Arruabarrena. Este industrial se vio obligado a abandonar el País Vasco, ante las amenazas sufridas al negarse a ceder al chantaje del «impuesto revolucionario».
El artefacto, que podría haber causado graves daños al empresario e, incluso, la muerte, fue desactivado por la Ertzaintza. El análisis de las huellas y de los rastros de ADN permitió entonces algunas investigaciones, pero los modernos métodos de que disponen ahora las Fuerzas de Seguridad habrían permitido la imputación de Derguy.
La segunda requisitoria está relacionada con el alquiler, en julio de 1993, de una furgoneta que fue encontrada en la localidad catalana de Castelldefels, cargada de explosivos. A partir de ese momento, pasó a la clandestinidad y llegó a ser el «segundo» de Julián Achurra Egurola, «Pototo», responsable del «aparato logístico».
Derguy, de 50 años, cumplió una condena de 12 años en prisiones galas. Su puesta en libertad fue recurrida, sin éxito, por la Fiscalía. Tras su excarcelación, vivió en el departamento de Haute Marne ya que las sentencias que le condenaron le prohíben residir durante varios años en París y en los departamentos del sur y el oeste de Francia, informa Vasco Press.
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