Mirar el mar

Al sevillano Paco León, el Luisma de la serie Aída, es difícil imaginarlo tan grave. Tan serio quiero decir. Es, sin embargo, uno de los quince artistas que, con cara de sable, ha cogido la foto de sus antepasados para participar en el vídeo contra la impunidad de las víctimas del franquismo. Él es su bisabuelo Joaquín León, al que muestra este fin de semana en El País. Un maestro que daba clase en Castilleja del Campo. Lo asesinó el bando nacional.Cada uno puede reivindicar a sus muertos de la forma que considere oportuna. Hay libertad y somos libres. No obstante, leí con más gusto el reportaje dominical que este mismo periódico publicó hace ya unos meses titulado «Mi padre, Escobar, mató al tuyo». Juan Pablo Escobar, obligado a ser Sebastián Marroquí Santos, es el hijo de Luis Escobar, el jefe del cartel de Medellín que ordenó asesinar a miles de personas. Entre ellos, al ex ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. Los hijos de Escobar y de Bonilla son hoy amigos. El hijo del narcotraficante y del ex ministro que tuvo los cojones de poner en jaque el mayor laboratorio de cocaína del mundo. Han preferido mirar al futuro, lavarse el rencor, perdonar, hablar sin cuchillos en el estómago. Hay un pasaje bellísimo en el reportaje: «En un determinado momento, Juan Manuel Galán (el hijo del candidato a la presidencia de Colombia también asesinado) abrió su billetera y le mostró a Sebastián Marroquí una foto de sus hijos. Ese gesto de humanidad tiene para mí un valor inigualable», recordó Nicolás Entel, el director argentino del documental «Pecados de mi padre» y que propició el hermoso y difícil encuentro. Deben ver los actores y directores del vídeo del franquismo este documental. Y deberían ver de nuevo, cuando vuelva a los cines de verano, la película «Invictus», en la que Nelson Mandela, que pasó 18 años en una celda de dos por dos metros, llama a los jóvenes del Congreso Nacional Africano a tomar sus cuchillos, sus armas y sus machetes y lanzarlos al mar. El histórico discurso de Mandela, de Madiba, fue en 1994. A Jorge Lara lo dejaron sin padre en 1984. Al bisabuelo de Paco León lo mataron en el 36. ¿No es razonable atreverse a mirar el mar?