Ley electoral

ANÁLISIS La travesía de un fallo incómodo

La Razón
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- ¿A quién le interesa que el Tribunal Constitucional dicte ahora la sentencia del Estatuto de Cataluña?– Posiblemente sólo a CiU y a los nacionalistas. Aunque el discurso del PSOE y del PP es muy distinto, a los dos les incomodaría un fallo antes de las elecciones catalanas de este otoño. El PSOE y el presidente Rodríguez Zapatero son los responsables del problema y tendrían dificultades para justificar por qué en su día impulsaron un Estatuto inconstitucional, como se deriva de las deliberaciones del TC. Pero al PP tampoco le conviene una sentencia que sirva en Cataluña para alimentar la teoría de su «anticatalanidad» y que le obligue a hacer piruetas para no enredarse en el discurso españolista de la pasada Legislatura. - ¿Quién tiene más responsabilidad en el bloqueo del TC?– Resulta cuanto menos bastante paradójico ver al PSOE hablar de renovación después de que en 2007 promoviese la conocida como «enmienda Casas» para imponer la prórroga automática del mandato de la actual presidenta del TC y reservarse así la baza de su voto de calidad en el caso de que hiciera falta desempatar a favor del bloque progresista un hipotético fallo del Estatut. También en 2007 modificó la ley para alterar el sistema de elección de los candidatos que le corresponden al Senado y luego paralizó el proceso con el argumento de que los elegidos por el PP tenían un perfil excesivamente político. - ¿Qué es lo que más conviene al Alto Tribunal?– El debate del Estatut le ha hecho vivir su crisis más grave. En julio se cumplirán cuatro años desde que el PP recurrió el Estatut, la norma con más consecuencias sobre el modelo territorial desde que se aprobó la Constitución. En una situación de bloqueo agónico, su renovación ya no aliviará las heridas que se le han abierto.