Elecciones municipales
«Blindaje» y subida de sueldo en Parla
El alcalde vende una remodelación de Gobierno «sin incremento de costes», pero asciende a una asesora a consejera delegada. Sustituye al consejero de Personal, que llevó a cabo el «ERE» municipal, y premia a sus afines
Madrid- Posiblemente en uno de sus peores momentos al frente del Ayuntamiento de Parla, su alcalde, el socialista José María Fraile, anunció ayer la remodelación de su equipo de Gobierno. Lo que desde el consistorio ven como unos cambios necesarios para «aprovechar las sinergias conjuntas y para poner en valor el excepcional trabajo» de los concejales, para el principal partido de la oposición no es más que una mera «operación de maquillaje». Una jubilación, dos «castigos» y el blindaje de algunos de sus colaboradores más fieles son las claves que explican una remodelación sobre la que se venía rumoreando desde hace días en la localidad del sur de la región.
En este baile de sillas, la única salida que se produce es la de José María Díaz Castañeda. Al jubilarse, Díaz Castañeda abandona su responsabilidad como consejero delegado de Personal, Régimen Interno y Formación y Empleo. Desde este cargo se ha visto envuelto en dos de las grandes polémicas que recientemente han convulsionado la vida del Ayuntamiento: él fue quien negoció el ERE de empleados municipales de hace un año y tuvo también que enfrentarse a las protestas por el impago de las nóminas de los funcionarios. Especialmente significativa resulta su salida después del aluvión de sentencias que obligan al Ayuntamiento a readmitir a los trabajadores despedidos. Tal y como informó LA RAZÓN el pasado 22 de octubre, la deuda acumulada por las arcas municipales con los trabajadores incluidos en el ERE –a los que el TSJM no sólo reconoce el derecho de volver a su puesto en el Ayuntamiento sino también el de cobrar las nóminas atrasadas– asciende a dos millones de euros.
Díaz Castañeda será sustituido por Lorena Rodríguez. El 11 de noviembre del pasado año, la ahora nueva consejera delegada de Personal fue nombrada asesora en este mismo departamento, después de que en las últimas elecciones municipales, en las que formaba parte de la lista de Fraile, no lograra sacar acta de concejal. A pesar de que desde el consistorio defendieron ayer que estos cambios no suponen un «incremento de costes», el ascenso de Lorena Rodríguez sí supondrá una mejora en su actual contrato. Y es que mientras su atribución como asesora ascendía a 30.159 euros, ahora como consejera delegada percibirá 42.989 euros brutos al año –a lo que hay que sumar un 27% de cotizaciones, lo que eleva el coste para el consistorio hasta los 54.000 euros anuales–. El propio Fraile, en una propuesta firmada el martes, pide al Pleno que «se adopte el acuerdo de asignar a Lorena Rodríguez los mismos derechos económicos que los acordados para los miembros electos en situación de plena dedicación». Esta mejora en sus condiciones económicas sí supone por tanto un incremento de costes para el Ayuntamiento ya que Díaz Castañeda, como el propio Gobierno del PSOE, ha reconocido en varias ocasiones –una de ellas en un Pleno de agosto de 2011– que no cobraba nada por desempeñar sus funciones como responsable del personal municipal.
Por su parte, los cambios realizados en el seno de su junta de Gobierno dejan dos grandes damnificadas. Una de ellas es Victoria Muñoz, hasta ahora número tres de Fraile. Su responsabilidad a partir de ahora se limitará al área de Obras Públicas, ya que dejará de ser segunda teniente de alcalde y portavoz adjunta, competencias que son asumidas por Pablo Sánchez Pastor. La otra «señalada» en esta crisis de Gobierno es nuevamente Beatriz Arceredillo. Fue la única que se opuso a los despidos de empleados municipales. Esta postura le valió en su día su salida de la Junta de Gobierno y que Fraile la degradara como delegada especial. Hasta ahora, Arceredillo tenía al consejero delegado –al que denunció por acoso laboral– por encima en las competencias de Personal. Ahora, Arceredillo, concejala delegada especial de Formación y Empleo, tendrá también por encima al concejal Pablo Sánchez Pastor, entre cuyas competencias asume curiosamente también las de Formación y Empleo, aunque éste con más rango que la edil díscola.
Si Beatriz Arceredillo y Victoria Muñoz representan la cruz de esta remodelación, María José López Bandera –además de Pablo Sánchez, que acumula las competencias mencionadas– es claramente la gran beneficiada de esta crisis de Gobierno. No en vano, fuentes municipales sostienen que la remodelación de la junta de Gobierno podría consolidar a medio plazo a María José Bandera como la «sustituta natural de Fraile» al frente del consistorio. Bandera continuará siendo la primera teniente alcalde y portavoz del municipal, además de controlar Urbanismo, Nuevas Tecnologías, Desarrollo Empresarial y Políticas Transversales.
EL PP pide la dimisión de fraile
Tras conocerse la nueva composición del equipo de Gobierno del socialista José María Fraile, el portavoz del PP en la localidad, Miguel Ángel López del Pozo, acusó al alcalde de «intentar desviar la atención» al «cargar toda la responsabilidad de la gestión económica sobre la concejala Victoria Muñoz, que es sin duda la gran damnificada». Asimismo, López insiste en que Fraile debe asumir su responsabilidad en la situación del consistorio y presentar su dimisión: «El Pleno del Ayuntamiento de Parla aprobó por mayoría pedir la dimisión del alcalde. Además, el alcalde es el que está procesado por un delito de prevaricación y de desobediencia por incumplir una sentencia que le obligaba a readmitir al ex jefe de la Policía Local». Es por tanto Fraile, a su juicio, quien debe dimitir y «dejarse de operaciones de maquillaje».
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