La guerra civil libia y España

La actual política exterior española es errática e inconsistente. Es uno de sus elementos característicos que responde, sin lugar a dudas, a la inexperiencia en esta materia de sus máximos representantes. Las relaciones internacionales son siempre complejas y condicionadas por numerosos intereses geopolíticos, económicos e históricos, pero no hay nada peor que no tener una línea de actuación. El voluntarismo que hemos vividos estos años, más propio de las ocurrencias y las grandes declaraciones ideológicas nos han situado en la práctica marginalidad. El Gobierno ha decidido expulsar al embajador de Libia en España. Lo que no entiendo es por qué no expulsa también al de Arabia Saudí, Bahréin, Irán, Siria y tantos otros países donde no se respetan los derechos humanos. Llevamos varios meses empantanados en una acción militar contra el dictador libio y apoyando a un Consejo de Transición cuyas intenciones son inquietantes. Lo único que hemos conseguido es convertir Libia en el escenario de una guerra civil por causas tribales y territoriales.