País Vasco

Objetivo de ETA: neutralizar al PNV

El primer objetivo es aterrizar en las instituciones sin estridencias y aplicar su programa de forma inexorable. El documento-programa de la banda considera que el PNV no tiene un proyecto para «Euskal Herria».

Maiorga Ramírez y Bakartxo Ruiz, dos de los representantes de Bildu, durante un acto de la coalición abertzale
Maiorga Ramírez y Bakartxo Ruiz, dos de los representantes de Bildu, durante un acto de la coalición abertzalelarazon

MADRID- Cambio de planes. Los resultados obtenidos por Bildu en las pasadas elecciones municipales y forales (313.231 votos y 1.138 concejales en el País Vasco y Navarra), muy superiores a los previstos por los que urdieron su participación en los comicios, ha decidido a ETA y su entramado a redefinir su estrategia. Un alto dirigente de la llamada «izquierda abertzale» lo explicó, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, de forma contundente en una reciente reunión celebrada por representantes de la coalición: «No estamos aquí para negociar con el PNV sino para sustituirle». Si le van a apoyar en alguna corporación (como en la Diputación de Álava) será para evitar que sus «enemigos», en especial los del Partido Popular, puedan obtener poder político.

Otras cosa es lo que hacen y escenifican en público y en las reuniones que mantienen con los nacionalistas, los socialistas del PSE y Aralar. Se trata de lograr un aterrizaje en las instituciones sin estridencias y, una vez logrado el poder, ir aplicando los programas de forma inexorable.

Los proetarras han obtenido más escaños que los nacionalistas y han estado a punto de arrebatarles el primer puesto en sufragios en el País Vasco. En el documento-programa elaborado por los cabecillas de la banda para que sirviese de guión al nuevo «proceso», que incluye una negociación con el Gobierno y la coalición con Eusko Alkartasuna (EA), se decía textualmente: «Sustituir al PNV como fuerza hegemónica, institucional y como interlocutor con el Estado es un objetivo interno de segundo nivel del proceso». Los ritmos han cambiado y este asunto ha pasado, junto con otros, al primer plano estratégico.

La «izquierda abertzale», a diferencia de sus socios de coalición, EA y Alternatiba (sin capacidad de maniobra por su escaso peso político), no tiene ningún problema para adaptar sus planes en función de lo que ocurre en cada momento. Se saben con mucha fuerza, que se plasmará tras la constitución de las corporaciones y del Parlamento de Navarra, y cuentan con la presencia de ETA, como elemento permanente de amenaza contra los que se opongan a sus pretensiones.

Desde la noche del pasado día 22 de mayo, cuando se conocieron los resultados electorales, los representantes proetarras dejaron claro quién iba a mandar en Bildu y quienes iban a hacer de comparsas. Uno de los asuntos prioritarios es el de las relaciones con el PNV, con el que se han situado en un plano de igualdad y al que, si los nacionalistas se lo permiten, van a utilizar para afianzar su poder político.

En el citado documento, se señalaba que había que utilizar una estrategia de alejamiento/acercamiento con los nacionalistas que, según ellos, «no tienen proyecto político para Euskal Herria; su objetivo es el autogobierno y gestión de eso que han definido como "Euskadi"».

ETA ya aventuraba que el PNV no iba a obtener un gran resultado en las elecciones porque «tiene escasa capacidad de maniobra y está débil. Sin embargo, advertía de que no convenía mantener posturas excesivamente «beligerantes» para evitar una posición «frontal» contra el «proceso». A medio plazo, había que «neutralizarlo».

Los proetarras, con la permanente presencia amenazadora de la banda (aunque, de momento, no cometa atentados; otra cosa, es la extorsión…) van a tratar de desestabilizar las instituciones, gran objetivo de los pistoleros en las últimas décadas. Y, de paso, dinamitar los pactos entre los partidos democráticos, como los que mantienen socialistas y populares para el Gobierno vasco; y los del PNV y el PSOE, a nivel central, para que el presidente Zapatero pueda concluir la actual Legislatura.


La hoja de ruta de la banda
- El primer objetivo de los «abertzales» es lograr un aterrizaje en las instituciones sin estridencias.
- El segundo paso: una vez logrado el poder, ir aplicando los programas de forma inexorable.
- Por último, la meta de ETA es sustituir al PNV como primera fuerza en el País Vasco.