Nueva York
Custo no le teme a las arrugas
El diseñador presenta en Nueva York plumas y tejidos novedosos.
Los asiduos a la «Fashion Week» de Nueva York veían con recelo la nueva ubicación impuesta por su organizadora, la temible Anna Wintour, y aunque el Lincoln Center es un espacio único, su capacidad es mucho menor que la sede de Bryan Park. Los apretones en el «front row», escaso de «celebrities», describían la situación. Tan sólo una visión fugaz de Heidi Klum a la entrada del recinto afianzó el prestigio de esta cita. La Gran Manzana recibe a Custo con lluvia. Después de un verano de «calor húmedo y asfixiante», según los nativos, el frescor del agua se agradece. «Ficción y realidad», ese es el título de la nueva propuesta de Custo para el próximo verano. Y que mejor que la lluvia para desdibujar la realidad y trasladarla al terreno de la ficción. «Quiero que la calle se vista de pasarela», comenta su creador. Propone mezclar ideas, tejidos y colores para crear una mujer urbana a la que no le da miedo combinar prendas de grandes diseñadores con otras más asequibles, por eso ha ideado dos colecciones. El toque de gracia, de personalidad, se lo da la «ficción» creada por el equipo de Dalmau que se ha inspirado en el arte móvil de Calder o de César Manrique y al que apoya la geometría de la arquitectura, que «nada tiene que ver con mi pasado», explica Custo, licenciado en la materia.
Efecto flequillo
Se arriesga con faldas de plumas sintéticas; colores vivos, llamativos, e, incluso, neones y su novedad más interesante: la técnica del «patchwork manual». Un trabajo sumamente artesanal que crea el efecto flequillo sobre trajes y chaquetas. Para lograrlo, utiliza ante sintético con forma de triángulo y rombo que cosido uno sobre otro crea un efecto plisado similar al de las esculturas móviles que Manrique distribuyó por Lanzarote. Sorprende que estos diseños descarten los estampados característicos de la firma, sin embargo, los retoma en la segunda parte de la colección, «realidad», donde la comodidad y los dibujos, vuelven a cobrar protagonismo. La funcionalidad del hilo y el algodón superan las macro lentejuelas cóncavas superpuestas en uno de sus abrigos más aclamados. No obstante, es una de las novedades masculinas las que más impresionan: un blazer que no se arruga y que cabe en cualquier bolsillo. La prueba. El propio Custo lo demuestra. «Es una chaqueta de un tejido japonés que recuerda a los antiguos cowboy», explica mientras se la mete en el bolsillo del vaquero, la saca y se la coloca, sin ninguna arruga y para sorpresa de los asistentes. «También haremos un versión para mujer», explica ante la mirada deseosa de las féminas.
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