Cómo hacer negocio con el espectáculo

Valladolid- «Mi padre quería que estuviese en este negocio», asegura Javier, palentino de 33 años, desde una de las butacas del Cine «Ortega», cuyas salas ha gestionado su familia durante décadas. Este cine, con olor a palomita, junto con el «Avenida», es propiedad de los hijos de Osmundo Margareto, histórico de las proyecciones de provincias, como se encargó de mostrar su hermano Ramón, en un documental ganador de un Goya. «He vivido toda la vida encima de un cine», recalca Javier, que lleva esencia fílmica en sus venas. Por ello, en marzo de 2009 (en el zarpazo inicial de esta interminable crisis), crea Cinin 2009N, una empresa especializada en ese ‘mundo'. Concretamente, en la venta de productos de alimentación y accesorios que se consumen en las salas de toda España. Por ejemplo, maíz, gafas 3D, envases o tickets que importa de diferentes países para llevarlo a casi un centenar de cines, circos o teatros de toda España y Portugal. También tiene por clientes a multinacionales y grandes empresas de nuestro país, que requieren sus servicios para celebraciones puntuales. «Quería crear mi empresa propia, porque me considero un emprendedor. Y lo conseguí», dice.

Javier es el único trabajador y administrador de esta compañía, aunque, reconoce, en breve tendrá que contratar personal para dar abasto al ingente trabajo que acumula porque, a pesar de que cuenta con el apoyo de sus hermanos, reconoce, «debo seguir creciendo». En este sentido, señala que el almacén de que dispone en el entorno de la capital palentina, se va quedando pequeño, por lo que baraja ampliar instalaciones. Y para ello, explica, deberá disponer de financiación. Algo que ya hizo cuando comenzó a protagonizar esta aventura. Su primer paso consistió en importar maíz procedente de Estados Unidos, para después encargar, en China, una partida de gafas para ver películas en tres dimensiones. En esta última operación solicitó el apoyo de ADE Financia y de Iberaval. «Tuve un momento complicado justo antes de recurrir a ellos, y lo solventaron de manera formidable. Sólo puedo estar agradecido», asegura Javier, quien en la actualidad se encuentra inmerso en otra operación: la adquisición de máquinas de helado al gigante asiático, además de la materia prima a Bélgica. «El negocio con el extranjero ha de ser intenso en un mundo cada vez más globalizado», sentencia, a la par que reconoce que su gran objetivo es situar sus productos en Europa, en particular en el vecino Portugal.

Tiempos de crisis
Javier no elude una sola pregunta. Y señala que la piratería afecta, sobre todo porque la gente ya no piensa que dos horas de ocio a seis euros «no son caras» y prefiere ver una película sin calidad en casa. Con respecto a las proyecciones en 3D, reconoce que «los gerentes de los cines, queremos que se igualen precios, pero a las distribuidoras no les gustaría que bajase el coste de las entradas. Algo hemos de hacer».

En cuanto a su experiencia como gestor, expone que «antes podías dejar más margen para los pagos, pero ahora hay que ajustarlos», y considera que «para crecer hay que invertir y para ello se necesita financiación». Por ejemplo, para una nueva iniciativa en la que ya trabaja: plantar el maíz en Castilla y León, en lugar de importarlo de América.

De cerca
Nueve hermanos. No es el título de una película. Es el hogar en el que se crió Javier, que mamó desde niño la esencia del cine. Lo que le llevó, hace una década, a trabajar en los dos únicos cines de Palencia, los «Avenida» y «Ortega», que, gestiona su familia desde hace más de medio siglo. A Javier se le nota que disfruta con lo que hace y, por eso precisamente, decidió hace tres años poner en marcha Cinin 2009N, una empresa que surte a toda España productos de alimentación y accesorios ligados a la proyección fílmica. Con un centenar de clientes -y creciendo-, trabaja con salas de cine, circos, hoteles o grandes empresas que requieren de sus máquinas para grandes fiestas.