La izquierda radical contra la democracia

La izquierda antisistema congregó ayer a pocos miles de personas cerca de las Cortes. La consigna era rodear el Congreso, lo que, obviamente, no sucedió. El ajustado despliegue de seguridad controló las provocaciones violentas de los extremistas y permitió la protesta autorizada. En la Cámara, los representantes de la soberanía popular celebraron la sesión parlamentaria con normalidad. La legitimidad democrática estaba en el Hemiciclo, y no fuera. Las instituciones y el Estado de Derecho son garantes de la libertad. En la calle gritaban quienes menos creen en ella.

Chaves, Griñán y la pantomima de los ERE
El desarrollo de la comisión sobre el escándalo de los ERE estaba atado y bien atado por los socialistas. Chaves y Griñán cerraron ayer las comparecencias aferrados al discurso exculpatorio o, como en el caso de Chaves, al manido «me enteré por la Prensa». Ni siquiera el sonrojante caudal de pruebas que los señala arrancó un esbozo de disculpas. Griñán se presentó incluso como víctima de una «causa general» urdida por el PP. Otro fraude a los andaluces. Queda la Justicia frente a la pantomima.
 

El déficit confirma la necesidad de los ajustes
El déficit del Estado subió un 23,8% hasta agosto y suma 50.132 millones, el 4,77% del PIB, dos décimas por encima del objetivo del conjunto del año. El Gobierno aseguró que «está bajo control», que «el objetivo presupuestario se cumple» y que en la recta final del año se generarán más ingresos y se gastará menos. En cualquier caso, queda claro que la situación no es tranquilizadora y que la evolución del déficit refrenda la necesidad de perseverar en los ajustes. España no puede permitirse incumplir sus compromisos con Bruselas.