Cataluña

OPINIÓN: Volver a empezar

La Razón
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El rechazo del tripartito ha sido tan unánime que las elecciones del 28 de noviembre nos parecen poco menos que la llegada a la tierra prometida. Pero no hemos de perder la perspectiva. Los resultados actuales de la federación son similares a los de Pujol en noviembre de 1995, cuando perdió la mayoría absoluta, o sea, el comienzo de su decadencia. Incluso, a pesar de tener 60 diputados, Pujol obtuvo un porcentaje mayor de votos. Desde entonces y hasta 2003, el apoyo mutuo PP-CIU fue un hecho, aunque claro está no exento de polémicas.
Con el previsible nuevo inquilino del Palau Sant Jordi estamos en una situación análoga pero no igual. Así tenemos a Convergència primera fuerza, el PSC segunda fuerza, encarnando la oposición, y el PP, tercera fuerza con los mejores resultados en el Parlamento catalán, superando a los históricos de 1995, pero creo que en esta ocasión Mas gastará menos humos.
Ante todo, esperemos que no agarrará un disgusto por ser elegido en segunda vuelta, lo que Pujol no estaba dispuesto a admitir tras sus mayorías absolutas. Se habrá de mostrar dialogante con el Partido Popular pues, si no, la señora Gispert se va a quedar sin la presidencia del Parlamento, lo que le ocurrió al candidato de CiU en el 95 cuando fue elegido el socialista Reventós. Mas, desde luego, no es ninguna joven promesa ni un político inédito.