Sevilla

Diego Ventura: «Cada tarde salgo como un novato que busca hacerse hueco»

El rejoneador tiene ante sí dos tardes en San Isidro para repetir los éxitos del año pasado: dos puertas grandes y siete orejas en el esportón. En esta edición, la expectación se centra en el duelo con Hermoso de Mendoza en Madrid

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El jinete hispanoluso prepara una de las citas más importantes del año como si fuese el día de su alternativa. Tiene puesta toda la ilusión en el 21 de mayo, cuando compartirá cartel junto a Fermín Bohórquez y, sobre todo, a su «enemigo íntimo», Pablo Hermoso de Mendoza. Este duelo se convertirá en la primera piedra de toque para ambos, después de que en La Maestranza no pudieran verse las caras por la suspensión del festejo por la lluvia caída en Sevilla.

–Madrid es el primer envite serio de la temporada española.
–La verdad es que para empezar lo serio no está nada mal. Lo de la corrida de la Feria de Abril fue una pena, porque iba a ser una toma de contacto importante de cara a lo que nos depare la campaña. Pero Sevilla ya es pasado y ahora lo que toca es centrarse en San Isidro, que es una gran responsabilidad, a la vez que ilusión. Mi misión es poner todo el esfuerzo y dedicación para triunfar en la plaza más importante del mundo.

–¿Pesa más la ilusión o la responsabilidad cuando viene a San Isidro?
–En mi caso es la ilusión. No cabe duda de que anunciarse en una feria como esta requiere estar mentalizado para ofrecer lo mejor de uno, pero el aficionado ya sabe que siempre salgo a darlo todo y lo importante es sentirme a gusto, cuajar los toros en un escenario como Las Ventas y llegar al hotel con la satisfacción de haber hecho el toreo que yo siento.

–El San Isidro pasado fue «casi» perfecto para usted.
–Intentaré repetir este año, aunque es algo complicado. La pasada feria fue muy completa y conseguí cortar siete orejas, que no está nada mal (risas). En la última tarde no pudo ser, pero fui fiel a mi concepto del toreo y no me puedo quejar. Este año volveré con la misma fuerza, aunque siempre intentando hacer las cosas como las siento, que es como llega el éxito.

–En 2011, ¿por qué sólo dos tardes y no tres?
–El año pasado me hacía especial ilusión venir tres tardes, pero también soy consciente de que hay más compañeros que deben estar en Madrid y no quiero ocupar su hueco. De todos modos, estas dos tardes son carteles muy bonitos: el 21 de mayo con Fermín Bohórquez y con Pablo Hermoso y el 12 de junio con Cartagena y Álvaro Montes.

–Duelo con Pablo Hermoso de Mendoza en Madrid, son palabras mayores.
–Es algo especial, dos de los mejores en nuestro escalafón, en la feria más importante y ante el público más exigente. La verdad que es algo muy especial. De nuestra rivalidad el principal beneficiado es el público, porque los dos salimos a no dejarnos ganar la partida y poner todo para no quedarnos atrás. Es muy bonito torear junto a Hermoso, porque supone encarar cada tarde con muchas más ganas. Cada tarde que toreo junto a Pablo es como cuando era un niño que luchaba por hacerme un hueco.

–De esta rivalidad, ¿qué hay de verdad y que hay de leyenda?
–La tensión es evidente entre nosotros. A mí me gusta llevarme bien con todo el mundo, charlar y comentar la tarde en el patio de caballos, pero con él no sucede esto. La verdad es que no me siento bien con esta situación y no resulta grata esta tirantez entre nosotros. La competitividad siempre debe existir, aunque creo que hasta estos niveles es demasiado.

–El público que acude a Madrid a ver rejoneo, ¿es igual de exigente que el de toreo a pie?
–Sí que lo es. Muchos de los que van saben mucho de doma y son buenos jinetes, pero, como pasa en las corridas de toros, si tú te entregas y lo das todo, ellos también se entregan y te dan todo. Es una reciprocidad entre aficionado y torero, por ello yo salgo siempre a vaciarme.