Pediatría
Niños y TV: mejor poca y variada
Los expertos valoran el aumento de canales infantiles
Un reciente estudio alertaba del riesgo que supone para los niños ver series como «Bob Esponja»: por su ritmo trepidante, podía afectar a su capacidad de aprendizaje (en edades próximas a los cuatro años). Para la psicóloga infantil de Altai Psicología y Quality Psicólogos Ana Romero, es difícil identificar problemas de atención importantes en niños tan pequeños. «Lo más adecuado es que los niños consuman poca TV y con variedad, aunque entiendo que puede tener cierto impacto ver sólo y mucho una serie», matiza. También en esta línea se manifiesta Bárbara Tovar, psicóloga de la Clínica Bárbara Tovar, quien indica que en los últimos años los profesionales han venido detectando problemas de concentración en los niños, derivados del frenético bombardeo de imágenes al que están expuestos, no sólo procedentes de la TV, sino también de los videojuegos.
Y es que el público infantil es un gran consumidor de productos audioviosuales. El pasado año, los niños españoles de entre cuatro y doce años pasaron frente al televisor una media de 2,39 horas diarias. La llegada de la TDT y de canales temáticos dirigidos en exclusiva al público infantil y juvenil ha aumentado considerablemente su interés por la tele. Ahora, eligen los contenidos que desean ver en cada momento al aumentar la franja horaria de la programación infantil, tradicionalmente relegada a un pequeño espacio en horario de mañana. Los tres canales temáticos en abierto dirigidos a la infancia –Clan, Disney Channel y Boing– han complementado la programación de los de pago, como Nickelodeon, Disney Junior o, el más reciente, Canal Panda, en los que la animación y las series familiares constituyen el 100% de su parrilla.
Con la TDT, más didácticos
Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, valora este incremento en la oferta infantil y juvenil. En su opinión, la «revolución digital» ha introducido más programas de tipo didáctico. Los psicólogos infantiles también apoyan esta mayor oferta, aunque advierten que el consumo de televisión ha de ser moderado. A juicio de Bárbara Tovar, los nuevos canales permiten a los niños ver programas adaptados a su etapa evolutiva. «Una oferta tan grande es positiva, nos da (a los padres) la posiblidad de elegir entre muchos contenidos», asegura, por su parte, Ana Romero. Según la psicóloga, la televisión puede ser utilizada como elemento educativo y socializador, ya que, a su jucio, se puede puede usar como premio o castigo. «Los niños que no ven TV se socializan peor ya que su grupo de iguales hablará, comentará y jugará en torno a sus programas preferidos», añade. Para Tovar, la tele nunca debe cumplir una función de canguro, sino que debe ser un elemento que complemente el entretenimiento del niño.
Sin embargo, no todos son bondades. La Asociación de Usuarios advierte de la excesiva presión publicitaria que se ejerce sobre los niños en esos canales. Junto a este bombardeo comercial, la falta de planificación de las parrillas es otra de las carencias que ha detectado. «Actualmente, se mezclan contenidos de edades muy distintas, por lo que, a menudo, niños muy pequeños están expuestos a contenidos violentos impropios para su edad. Las televisiones deberían trabajar más en la coherencia de su programación porque no es lo mismo un niño de 12 años que uno de 6», asegura Perales.
Falta de referentes reales
La falta de realidad es otro de los déficits que los psicólogos han detectado en la programación infantil. «Faltan figuras reales (presentadores,...) que los niños puedan ver y sentirlas más cercanas. Los referentes hoy día son personajes de ficción y normalmente presentan modelos de familia y de comportamiento que poco tienen que ver con la realidad y con nuestra cultura», asegura Romero. La brecha entre niños y niñas y los personajes estereotipados que ofrece la TV es otro de los elementos negativos que observa Bárbara Tovar.
TV infantil, a juicio
Lo positivo
- Con la TDT aumenta la oferta de contenidos para el público infantil y juvenil.
- Se introducen programas con funciones didácticas.
- La gran oferta permite usar la TV como elemento socializador y educativo.
Lo negativo
- Los niños sufren excesiva presión publicitaria.
- Mezcla de contenidos para distintas edades.
- Exceso de estereotipos masculinos y femeninos y falta de figuras reales.
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