Educación vial necesaria

Sucedió hace unos días en Badajoz. Un numeroso grupo de profesores de educación vial abuchearon al director general de Tráfico, Pere Navarro, que ha suprimido, al menos hasta 2012, los fondos destinados a la educación vial. Debe ser que no sirve para nada y es mejor no educar a los conductores y freírlos a multas, que sale más rentable. Porque lo que Navarro no ha suprimido es la reeducación vial, que le da pingües beneficios. Se calcula que unas 100.000 personas cada año tienen que hacer cursos de recuperación a 351 euros cada uno. Este dinero, unos 35 millones de euros, se reparte entre la Confederación Nacional de Autoescuelas, cuyos integrantes imparten las clases, y la propia DGT, que se encarga de retirar los puntos, es decir, aportar los clientes. La primera tiene su sede en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón y la segunda, en la propia capital. Por ello, nadie entiende cómo la cuenta donde se depositan estos fondos está en Tenerife.