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Los Juegos Mediterráneos de 2017 «à la ville» de Tarragona

La ciudad catalana se impone en una ajustada votación a Alejandría. Competirán atletas de 23 países

Alegría en Tarragona tras la decisión del Comité Olímpico Internacional
Alegría en Tarragona tras la decisión del Comité Olímpico Internacionallarazon

BARCELONA- El hermano pequeño de los Juegos Olímpicos llegará a las costas catalanas en 2017. Tarragona fue escogida ayer como sede de los XVIII Juegos Mediterráneos. La candidata catalana se impuso por la mínima a Alejandría, 36 votos a 34. Así las cosas, será la tercera vez que España acoja este evento, tras las ediciones de Barcelona en 1955 y Almería 2005.

El origen de estos juegos, que reúne a atletas de 23 países, se remonta a 1948 cuando, tras la Olimpiada de Londres, surge la idea de organizar unos juegos cuyos participantes fueran los países de la orilla del Mediterráneo. La iniciativa parte de la insistencia de un doctor egipcio metido a político, Taher Pasha, que soñaba con una competición que fuera un símbolo de paz en un periodo marcado por la posguerra europea y que sirviera de unión entre las diferentes culturas que pueblan el Mediterráneo. De ahí que el símbolo escogido sea tres anillos que representan Asia, África y Europa. Dicho y hecho, Alejandría organizaba tres años más tarde la primera edición. Desde entonces, estas particulares olimpiadas domésticas se han celebrado en trece ocasiones.

Tarragona llevaba preparando la candidatura desde 2007 e incluso se ofreció para albergar los juegos de 2013 que finalmente se celebrarán en Mersin (Turquía).

Tras el anuncio, la euforia se desató en la ciudad catalana en un momento en que cualquier buena noticia es más que bien recibida. El alcalde de Tarragona, el socialista Josep Félix Ballesteros, que encabezaba la comitiva que asistió a la votación precisamente en Mersin, señaló que su ciudad venció en «una final muy complicada» gracias a atributos como el «fair play y el trabajo realizado». El alcalde de la ciudad ganadora manifestó que estará «eternamente agradecido al Comité Olímpico Español» y que propondrá a los políticos de la ciudad «dar el nombre de una calle» a la institución. Ballesteros es consciente de que los juegos darán una «nueva proyección a Tarragona». Por su parte, Alejandro Blanco, presidente del COE, dijo que se trata de la «demostración de que España está en el primer puesto a nivel organizativo». El lema será «history making history» en alusión al pasado romano de la ciudad.

Varias decenas de ciudadanos, muchos de ellos integrantes de un equipo de 4.000 voluntarios, se congregaron en la Rambla Nova de Tarragona para celebrar la noticia llegada desde Turquía de la concesión de los Juegos Mediterráneos de 2017. Mientras desde un expositor instalado por la candidatura junto a la Plaza Imperial Tarraco se repartían cientos de banderas, globos, bolígrafos y pulseras a los paseantes.


Unos 10.000 puestos de trabajo
Tarragona se frota las manos con los números de los Juegos del Mediterráneo del 2017. La ciudad ya tiene a punto el 80 por ciento –como la remodelada plaza de toros con techo retráctil– de las instalaciones necesarias, a falta de la construcción de un complejo con la piscina y de un nuevo pabellón de baloncesto. Los juegos supondrán 10.000 nuevos puestos trabajo y una inversión de 130 millones de euros. La ciudad costera calcula que tendrán un impacto económico de 1.000 millones de euros. Además, habrá subsedes en otras ciudades como Barcelona, Castelldefels, Reus y Salou.