Crisis en el PSOE

Se acabó la fiesta

La Razón
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Sentencia José García Abad en su libro «El maquiavelo de León» que Zapatero no es un hombre de palabra y recuerda los repetidos engaños que ha ido perpetrando a Rajoy, Artur Mas y compañeros de su propio partido. Jordi Pujol supo resumir su personalidad así: «Ha engañado primero a media humanidad, después a la otra media y finalmente a toda la humanidad». Pero, antes que Pujol, Abraham Lincoln ya había teorizado que «puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Y así ha sido. Esta semana, al embaucador se le ha visto el cartón.Tocado por la credibilidad y las encuestas, Zapatero, político nato, sigue teniendo sin embargo, su capacidad intacta para mantenerse en el poder, lo que le ha obligado a refundarse a sí mismo. El rojo Zapatero ya no pasará a la Historia por rojo, sino por ser el mayor podador de los derechos sociales de la democracia. Rojo renegado, amanecido liberal por obra y gracia de los Estados Unidos y Alemania. ¡Menos mal que estamos bajo el paraguas de Europa y del euro! No alcanzo a vislumbrar la bancarrota a la que habríamos llegado si Obama y Merkel no le obligan a cambiar de tren. Voltereta que él ha hecho en un parpadeo, con un discurso retocado en una madrugada, tragando, sin dimitir, sin convocar elecciones, agarrándose al poder, renunciando a lo que hasta ahora presumía de ser su ideario político, por lo que quería ser recordado. Zapatero, el hoy liberal Zapatero, intentará gobernar dos años más con la esperanza de que entretanto la crisis amaine. Un ministro suyo confiesa que, a pesar de que esta semana ha sido la más dura de su vida política, sin embargo, su optimismo sigue indemne. Su instinto mesiánico le dice que podrá sobrevivir. Cree a pies juntillas que la recuperación ha comenzado y que, antes de las próximas elecciones podrá inventarse alguna prebenda como hizo con el «cheque bebé» para ganar en 2008. Y cree a pies juntillas que podrá ofrecer prebendas a los socios parlamentarios para conseguir el apoyo a los próximos presupuestos, los más podados de la Historia. Una ilusión que da miedo...Sin socios, sin la izquierda, sin los sindicatos, Zapatero quedará desnudo, y éste es el camino que ha tomado esta semana. Como en el cuento del traje nuevo del emperador, sólo él mantendrá que va vestido frente al griterío general que le verá sin traje. Y ese día, cuando las luces de la fiesta se hayan apagado –como le dijo Mariano Rajoy a propósito del proceso de paz–, cuando nadie baile porque no hay dinero, sólo le quedará el PP. Los populares serán los únicos que no rechistarán contra el sentido común de las medidas que se aprobaron ayer aunque le recuerden que llegan tarde y sin pactos. Rajoy, mal que le pese, tendrá que abrir los brazos a las políticas de derechas del hoy azul, y antes rojo, Zapatero.