Sevilla
Nicolás Arroyo: «Cuando el adolescente crece ya no se avergüenza de expresar amor a su madre»
Ni el frío de la noche, ni las vacaciones de puente, ni el creciente laicismo impiden que cada noviembre las vigilias en honor a la Inmaculada llenen parroquias en toda España, y muy especialmente en Madrid, donde la fiesta sale a la calle año tras año con una importante campaña publicitaria. El organizador, Nicolás Arroyo, es, como puede adivinarse, un enamorado de la Virgen y un entusiasta de hacerla presente en el metro, los carteles, las tiendas...
- ¿Qué sabe la gente de esa «Purísima» que da nombre a un largo puente festivo?
- La Inmaculada es una de las advocaciones de la Virgen más conocidas en España, y de las más queridas por el pueblo. Hace 250 años fue declarada patrona de España, casi un siglo antes de que la Iglesia definiese el dogma de la Inmaculada Concepción. En los años 80, cuando gobernaban Felipe Gónzález y Alfonso Guerra, decretaron suprimir la fiesta, y la gente recogió dos millones de firmas contra esta supresión. El Gobierno cedió, algo que ya había decretado tuvo que echarlo para atrás por la reacción popular. El pueblo sencillo español ama a la Inmaculada.
- ¿Y la Virgen no hace puente?
- Ella no hace vacaciones nunca, siempre está en activo. Y creo que en estas fechas trabaja más en las almas, para que algunas personas alejadas de Dios se acerquen a las vigilias, a los sacramentos, a la conversión... O para que otros, que están de vacaciones, puedan ver la vigilia en televisión, por ejemplo. Este año es la primera vez que se retransmite en directo en televisión: en 13TV y en Popular TV. Se puede ver la vigilia, el martes a las 9 de la noche, y la misa del miércoles en la Catedral de la Almudena.
- El dogma dice que María fue concebida sin pecado original. ¿Qué significa eso?
- Desde Adán y Eva todos heredamos el pecado original. Es algo parecido a heredar la ruina de un pariente millonario fracasado. Pero Dios quiso que la que iba a ser madre de su Hijo estuviese llena de gracia desde que fue concebida, que no tuviese pecado desde su concepción. Es una gracia especial que Dios le ha dado a ella.
- Artes estáticas como la pintura o escultura han reflejado la Inmaculada y su concepto de pureza. Pero ¿cree usted que el cine o el teatro puedan reflejar esto, la vida de una mujer real, pero sin ningún pecado?
- Ella es esa mujer sin pecado, pero también es la Madre del Salvador y es esposa dentro de una familia. Es modelo de virgen y madre en una familia ejemplar. Ella acompaña a su Hijo, que es el redentor del mundo, y en todo momento goza y padece con Él. Creo que el cine y el teatro sí pueden expresar esta historia apasionante.
- Nazaret, según la Biblia, fue el lugar de la Encarnación, allí donde el Dios Eterno tomó carne y entró en la historia, el tiempo y el espacio, como hijo de María. ¿Pero se sabe cuál fue el lugar de la Inmaculada Concepción, hay tradición sobre esto?
- Tiene que haberla, pero yo no la conozco.
- Cuando Felipe IV pidió a Roma que la Inmaculada fuese fiesta de precepto, o cuando Carlos III y las Cortes pedieron al Papa que la Inmaculada fuese patrona de los reinos hispánicos, ¿qué les movía?
- Los reyes se hacían portavoces de la piedad popular. Les presionaba el pueblo. Ellos querían hacer oficial lo que la gente pedía. Fijémonos cómo Carlos III, el rey que expulsó a los jesuitas de sus dominios, fue el mismo que pidió al Papa Clemente XIII el patronazgo de la Inmaculada. Fue por petición popular.
- Hay tradiciones especiales, como el baile de los «seises» en la catedral de Sevilla, delante del altar, en esta fiesta...
- Sí, es una tradición muy antigua. Mucha gente no sabe que los trajes con los que bailan los «seises» son antiguos, que se reparan añadiéndoles telas nuevas pero sobre el traje original. Es una piedad bailada, muy sencilla y emotiva, que refleja la piedad andaluza. En los años 80, Sevilla fue de las ciudades que primero protestó cuando el Gobierno del PSOE intentó quitar la fiesta de la Inmaculada.
- A los adolescentes les da vergüenza que les vean con sus madres, que les vean besarlas... ¿Es «adolescente» la España de 2010?
- Sí, pero aunque el adolescente no haga pública su devoción por la madre, la conserva en su interior, muy dentro. Y luego crece y ya no le da vergüenza, y alardea y da gracias por su madre. A la Virgen, y a las Vigilias de la Inmaculada, acude a menudo gente alejada de la fe, pero que la ve como Madre. Es el caso de esos ateos que dicen: «Yo no creo en Dios, pero que no me toquen a la Virgen de mi pueblo». También en la Guerra Civil, cuando se destruyó y profanó tanto arte religioso, hubo mucha gente no religiosa que escondió y salvó a la Virgen de su pueblo o de su parroquia. En nuestra época cuando muchos jóvenes viven una afectividad desequilibrada, con unos sentimientos caóticos, los hay que acuden al afecto de la Virgen porque les aporta equilibrio. Como un niño pequeño acude a su madre cuando se cae, así muchos acuden a la Virgen.
- ¿Qué aporta María a la Nueva Evangelización que pide Benedicto XVI?
- En Fátima, en Lourdes, ella siempre se presenta como precursora del Salvador. Pide que nos acerquemos a Dios, que creamos y hagamos penitencia. Muchas veces vamos por las tiendas pidiendo permiso para colocar carteles, y al principio nos responden que no, pero cuando ven que es la Inmaculada cambian y dicen: «ah, bueno, si es de la Virgen, adelante». La ven como un puente hacia Dios.
- ¿Cuánto vale la publicidad de la Vigilia en Madrid?
- A precio de mercado costaría más de 500.000 euros, pero lo conseguimos hacer por tan sólo 42.000. Eso es posible porque la gente es generosa y quiere a la Virgen. La mayor parte de la publicidad nos sale gratuita, y damos gracias a los medios y empresas que nos ayudan así. De hecho, nunca, en 47 años, hemos tenido déficit, siempre hemos cubierto los gastos. Incluso en 1996, cuando celebrábamos 50 años y gastamos el doble, cubrimos todo el coste en donativos. Es un milagro que veo cada año. Además, no es una campaña sólo para los que van a misa. Los carteles en la calle, en el metro, etc... van dirigidos a la gente alejada de Dios, para que se encuentren con Él. Y también es una llamada para movilizar al laicado.
- La Purísima, ¿es una devoción blandita, poco recia, femenina?
- Todo lo contrario. Las vigilias las creó el padre Tomás Morales en 1947 sólo para hombres y jóvenes, precisamente para demostrar que la espiritualidad no es sólo cosa de mujeres. Las parroquias se llenaban de hombres. Ellos, que eran tímidos para rezar, cantar o confesarse cuando estaban en presencia de mujeres, al estar sólo entre varones cantaban fuerte y perdían la vergüenza. Pero en 1996, ante los ataques contra la familia que hay en nuestra sociedad, la vigilia se abrió a toda la familia. Aquel año coincidía con un Madrid-Barça en el Bernabéu, el partido se emitía por televisión, y llovía, y era puente, claro. Nos dijeron que vendrían sólo 2.000 personas. Pero se llenó el antiguo Palacio de Deportes, con 12.000 personas. Hoy vienen familias enteras a la vigilia.
- Esos carteles, ¿deben usar diseño moderno o cuadros barrocos?
- A los veteranos nos gusta más lo clásico y los jóvenes prefieren el diseño. Es un dilema que vivimos desde hace 62 años y nunca hemos tenido unanimidad. Hemos llegado a una síntesis, que probablemente mantendremos: usar Inmaculadas poco conocidas de pintores famosos con diseños modernos. Este año es un cuadro de Ribera, de 1635, que le encantaba al padre Morales. Rezaba ante él durante horas en las agustinas recoletas de Salamanca. Para 2011 queremos recurrir a la Inmaculada del Greco, del Museo de la Santa Cruz de Toledo.
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