Irak

Assange en libertad pendiente de su extradición a Suecia o a EE UU

El australiano se mostró satisfecho con el sistema judicial británico. «Al menos no está muerto», declara.

El Tribunal Superior de Londres acepta la libertad bajo fianza de Assange
El Tribunal Superior de Londres acepta la libertad bajo fianza de Assangelarazon

Julian Assange volvió ayer ser un hombre libre. El Tribunal Supremo de Londres reafirmó la decisión tomada el martes por la Corte de magistrados de Westminster y le concedió la libertad bajo fianza a la espera de una próxima vista para su proceso de extradición el 11 de enero. La Fiscalía sueca, que le acusa de delitos sexuales contra dos mujeres, luchó por mantenerle entre rejas advirtiendo de una posible fuga. Pero el juez matizó que el australiano no atendía al perfil de un hombre que quería huir de la Justicia, ya que se había entregado voluntariamente a Scotland Yard a principios de este mes.

Desde mediodía, cuando se hizo pública la noticia, decenas de seguidores se concentraron a las puertas del tribunal. Nevaba y el frío atravesaba la mejor de las bufandas, pero eso no impidió que los fieles se quedaran para ver salir a su héroe. No fue hasta las siete de la tarde cuando el ex «hacker» mostró su cabellera color ceniza a los medios que también aguardaban en la calle.

«Es bueno sentir de nuevo el aire fresco de Londres», dijo. Assange agradeció a todo el mundo que había tenido fe en él y en su equipo, a sus abogados, a la prensa que había mirado más profundamente en su trabajo y a todos aquellos que habían contribuido económicamente para hacer posible su salida de prisión.


Sin pasaporte y con brazalete
La exigencia del tribunal era un pago de 240.000 libras (unos 282.000 euros) de las cuales, 200.000 tenían que ser depositadas en metálico. Para el resto, el juez eligió a un grupo de cinco destacadas personalidades, entre ellos un premio nobel y un lord laborista, para actuar como avales en caso de fuga. Las condiciones para su libertad también incluyen la presencia diaria en una comisaría, la entrega del pasaporte y la obligación de llevar una pulsera electrónica.

En su corto discurso, el australiano se mostró agradecido con el sistema judicial británico matizando que, «aunque a veces puede cometer fallos, al menos no está muerto». El polémico periodista contó que durante el tiempo pasado en una celda de aislamiento había reflexionado sobre otras personas en el mundo que están en esa situación, y pidió al público que centrara su atención y sus esfuerzos en ayudarlos. «Espero continuar con mi trabajo y seguir defendiendo mi inocencia», afirmó tras recalcar que aún no había visto las pruebas que las autoridades suecas tienen en su contra.

Precisamente, la falta de evidencias será uno de los puntos de la defensa para evitar su extradición. Aunque el argumento más potente será que las acusaciones por parte de Estocolmo están motivadas políticamente. El proceso de extradición podría extenderse ahora durante largos meses.

Por otra parte, existe la posibilidad de que EE UU también reclame su entrega acusándole, entre otros delitos, de «conspiración». En este caso, sería la ministra del Interior británica, Theresa May, la que decidiría qué país tendría preferencia.


¿Quién es el «casero» de Assange?
Assange celebrará el fin de año en Ellingham Hall, la mansión de su amigo Vaughan Smith en Suffolk, a 200 kilómetros de Londres. Este ex militar, reportero de guerra, piloto de ultraligeros y granjero, fue el primero en ofrecer al impulsor de Wikileaks un foro desde el que explicar la filtración de los 90.000 documentos de la guerra de Irak. Ese foro era, precisamente, el Frontline Club, la asociación fundada en 2003 por Smith y dedicada a fomentar el periodismo independiente, que cuenta con 1.500 socios. El hacendado británico dará cobijo al australiano hasta que tenga que presentarse de nuevo en un tribunal.