Bilbao

El mito de las redes sociales por Pedro Alberto Cruz Sánchez

La Razón
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Hace unos días, y durante el transcurso del II Encuentro Internacional de Comunicación Política, celebrado en Bilbao, el analista de nuevas tecnologías Eugeny Morozov introdujo una necesaria dosis de realismo escéptico acerca del papel que las redes sociales juegan en los procesos de acción política y consolidación de la democracia en países con regímenes autoritarios. Vivimos una época tan sumamente desprotegida por el triunfo del pensamiento básico e infantil que hemos llegado a estar dominados por unas cuantas mitologías absurdas y perniciosas. La relación, por ejemplo, que el individuo ha establecido con las redes sociales se puede calificar de tribal y supersticiosa. Se aprecia, en este sentido, una fetichización del medio en sí, al que se le otorga características mágicas, alimentadas de continuo por la creencia ciega en sus capacidades para llevar a la sociedad a la tierra prometida de la libertad sin restricciones. En España, muy lejos de que las redes sociales hayan servido para otorgar visibilidad y margen de existencia a opiniones disidentes, se ha producido un agravamiento de los procesos de radicalización. Por exponerlo en modalidad directa: en España, Facebook y Twitter no han funcionado como posibilitadores de un espacio de opinión más plural y atomizado, sino, antes bien, como artífices de una deriva extremista que ha tornado imposible la legitimidad de reflexiones que no cuelguen de ninguna percha ideológica. En la actualidad, el nuestro es un país más embrutecido, inflexible, radical…