Estados Unidos
Cultura para defender la marca España
La industria de contenidos culturales pide más esfuerzos al Ejecutivo contra la "piratería"
El asunto ha aparecido tangencialmente en varias mesas de este curso de verano. En las de contenidos de televisión, en las de información periodística en la web, también sobre el futuro de la prensa: sin el respeto de las reglas del juego no se puede ni siquiera participar. Es decir, sin protección de unos contenidos en los que las empresas invierten talento y trabajo, no puede funcionar un sistema de medios y producción cultural digno del primer mundo. Todos los sectores estaban ayer representados. "Si hablásemos de industria automovilística no habría que hablar de contenidos y de pago. Lo de pagar se sobreentendería. Espero que ésta sea la última vez que tenemos que venir a una universidad a hablar de esto", dijo Pedro Pérez, presidente de la Asociación de productores de cine Fapae sintetizando un sentir común. Y todos defendieron los contenidos como "lo que España sabe hacer, su marca y su imagen exterior".
Tan compartido es ese planteamiento que Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine, continuó con la metáfora: "No hay confrontación de derechos con la privacidad de las comunicaciones. En todos los ámbitos se regula, y también para el tráfico automovilístico se inventaron los ‘'Stops'' y los ‘'Cedas el paso'', y aquí no pasa nada", señaló. "La remuneración de la industria audiovisual es la más justa que se puede dar. Es extremadamente justa: cobra el que lo hace bien y le van a ver, y no cobra el que lo hace mal", añadió. "No comprendo por qué se respeta tanto la propiedad inmobiliaria y tan poco a la intelectual. Se ve que todo el mundo tiene una casa…", señaló irónico.
Por su parte, Antonio Guisasola, el presidente de Promusicae, la entidad que agrupa a las editoras discográficas, quiso "desmentir ese falso mito de que no existen alternativas legales y de calidad en la industria cultural. En el caso de la música está claro, pero falta el empujón definitivo del marco legal", afirmó. Como la primera industria que sufrió la piratería, Guisasola apuntó que "aunque estamos heridos, tenemos obligación de ser optimistas"por algunos indicadores, pero mucho camino por recorrer. Primero, las malas noticias: en España, el año pasado se descargaron 2.000 millones de canciones de forma ilegal y sólo 8 por medios autorizados. "Google arroja un 75% de resultados de búsquedas que remiten a contenidos ilegales", reveló Guisasola, que dijo que "si el sistema de pago en Internet funciona en Suecia o Estados Unidos, no hay explicación para que no lo haga en España".
Para Pedro Pérez, Internet ha llevado "al abuso público en vez de al uso público", y señaló que, si a la industria le ha costado, "no digo ya al regulador". "Creo que nos hemos quedado cortos con la ley. Pero soy optimista". Sobre este asunto, Enrique González Macho defendió la Ley de Economía Sostenible, que consideró "un paso, pero absolutamente insuficiente". "Este problema lleva resuelto diez años en Europa y los suecos no se explican que la ley haya nacido ya anticuada", apuntó Guisasola,.
También Ignacio de Benito, director general de AEDE, la entidad que agrupa a los diarios españoles, aseguró que, si no se establecen mecanismos de protección "dejaremos de tener información valiosa, y eso debilita la democracia. Y más aún cuando hablamos de gente que se lucra con las inversiones de los demás". "Los periódicos hemos llegado tarde a este fenómeno y lo estamos sufriendo. Estamos viendo avances con la nueva legislación, pero los diarios tenemos un valor esencial", afirmó Benito.
Sobre el cierre de MegaUpload, González Macho consideró que la operación contra la web de alojamiento de contenidos "ha sido de lo más edificante que le ha pasado al mundo. Se le consideraba (a Kim DotCom, creador de la web) un gran benefactor de la humanidad, hasta que se vio que vivía en las antípodas. Escondido en Nueva Zelanza, donde tenía tres coches, una mansión, un helicóptero. Verle detenido fue lo más parecido que he visto a la detención de Pablo Escobar. Pero con más dinero que él todavía", afirmó. "Y los que se hayan quedado sin sus documentos, se fastidia. Que los hubiera puesto en un lugar legal".
Ignacio Benito se refirió a otro caso relevante, el del cierre de una web española, YouKioske, que se dedicaba a reproducir sin permiso la prensa y revistas españolas. "En ese caso eran tipos que vivían en Villaviciosa de Odón (Madrid), y a pesar de todo, localizarles no era nada fácil. Menos mal que la Policía tiene una brigada de persecución de delitos telemáticos, porque detrás de ellos la infraestructura era grande y pudieron identificar que tenían a gente en Ucrania y se contrataba publicidad con empresas de fuera, pero con contenidos de los diarios españoles".
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