Espionaje

Guerra en la red

La Razón
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Asistimos a la primera guerra de la era de la información: la operación «Vengar a Assange». Los «ciberactivistas» han demostrado el potencial de un ataque en cadena, poniendo en entredicho la capacidad operativa de empresas como Visa o Mastercard. Amazon, otra de las compañías que expulsó a Wikileaks, ha debido de tener malas cifras de ventas desde entonces, pues ofrece a sus clientes una colección de los polémicos cables. Además, Assange, preso en una cárcel británica, es defendido en la red y fuera de ella. Las autoridades de su país natal lo ven como una víctima y la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos no acepta las «presiones e intimidaciones» a Wikileaks, porque las considera un ataque a la libertad de información.
El abogado de las dos mujeres que le acusan de abusos sexuales en Suecia se ha visto obligado a salir a la palestra para asegurar que los alegatos de sus defendidas no son parte de un complot político contra el fundador del sitio. «Excusatio non petita, acusatio manifesta»; además de la «oportunidad» de la reactivación de la causa.