Sevilla

El metro bajo el centro tardará más en hacerse que la Línea 1

Sólo los trabajos arqueológicos previos a las obras durarán tres años

En su recorrido desde Plaza de Armas hasta José Laguillo, la Línea 2 atraviesa todo el casco histórico
En su recorrido desde Plaza de Armas hasta José Laguillo, la Línea 2 atraviesa todo el casco históricolarazon

SEVILLA- El tiempo, como el tamaño, también importa al hablar del medio de transporte público que debe solucionar la caótica movilidad hispalense. El recorrido del metro por el corazón mismo de la ciudad queda fuera de los tramos proclamados prioritarios por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento y nadie se atreve a calcular cuándo comenzarán las obras en esta zona emblemática. No es extraña tanta reticencia, ya que el anteproyecto de alternativas de la Línea 2 refleja que la creación de sus 1,9 kilómetros bajo el centro durará más que los 18 kilómetros largos de toda la Línea 1, con la inevitable afección en la superficie que esto implica.Según el «Estudio de viabilidad de las alternativas subterráneas en la zona centro», tan lento avance del metro en este entorno radica en la existencia cierta de valiosos restos arqueológicos que se remontan a la época romana –al menos, al siglo I d. C.– y en la precaria consistencia de los valiosos edificios –desde la etapa medieval– que atesora un entramado de calles demasiado complejo.

Por imposición legalLa ineludible preservación de estos bienes impone el túnel suburbano a 50 metros de profundidad, más allá de los primeros testigos de presencia humana en Sevilla; pero las estaciones obligan a la realización previa de un proyecto de prospección arqueológica y otro de obra civil –sobre las pantallas de contención, el desvío de los servicios básicos o las soluciones provisionales de movilidad urbana–.Aparte se cuentan los habituales trabajos de geotecnia, «cuatro o cinco meses adicionales» para la comprobación de las pantallas y medio año para cada proceso administrativo. En base a las estimaciones del programa de actuaciones propuesto en el anteproyecto, las excavaciones arqueológicas previas requieren como mínimo tres años de trabajos antes del inicio de las obras de una única terminal en la plaza del Duque, o de otra adicional en la Encarnación, Cristo de Burgos o Ponce de León.A nivel general, los anteproyectos del metro en exposición pública hasta finales de julio calculan cinco años para los tramos soterrados «con especiales incidencias constructiva», aunque la obligatoriedad de esos trabajos arqueológicos previos ya augura serias dificultades para el cumplimiento de ese «plazo tipo». Teniendo en cuenta que la construcción de la Línea 1 comenzó en enero de 2004 y culminó en abril de 2009, todo indica que el trazado de la ruta 2 desde Plaza de Armas a José Laguillo excederá ese límite temporal.Dependerá, en gran medida, de la creación de una o dos estaciones en el centro. Partiendo de la necesidad de un pozo de ataque de 32 metros de diámetro, el informe de viabilidad cree «factible» su ubicación en el Duque, quedando su extremo a sólo tres metros de la fachada principal de El Corte Inglés. También se admite en la plaza del Cristo de Burgos, pero en su zona sur y advirtiendo de las «fuertes desventajas urbanas que genera». En Ponce de León, el documento acepta su «mayor disponibilidad» y alerta de su «menor interés», al quedar a unos 400 metros de la siguiente parada en José Laguillo.En cambio, y para disgusto del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, en la Encarnación se considera «no factible» un pozo de ataque de tal envergadura, ya que sólo se cuentan «27 metros de diámetro» disponibles y demasiado cerca de «elementos urbanos y edificios notorios altamente sensibles», a saber, las «setas» del Metropol Parasol y la iglesia de la Anunciación, respectivamente.

PlanificaciónAsí, el estudio anima a realizar prospecciones arqueológicas en el Duque, Cristo de Burgos y Ponce de León, dejando la Encarnación «en la recámara». Los ingenieros evitan expresamente descartar opción alguna, porque algún espacio debe quedar para las decisiones políticas y también porque estos anteproyectos se sitúan en una fase demasiado temprana de la ampliación del metro, por mucho que la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, insista en que el procedimiento está en el momento justo para que las nuevas líneas arranquen el año que viene. De hecho, el documento reza que todas la plazas seleccionadas para las paradas de la Línea 2 en el centro conllevan «un importante grado potencial de afección arqueológica» que requieren «actuaciones homogéneas» por anticipado, pero recalca que ésta no puede ser una «variable decisora en esta fase de la consultoría». O sea, que son necesarios todavía profundos análisis y evaluaciones sobre el terreno antes de elegir una solución técnica a las estaciones del casco histórico. O lo que es lo mismo: queda todo un mundo por descubrir bajo tierra.